La iniciativa busca implementar carriles para tránsito común de autos y bicicletas, además de ampliar aceras para mayor tránsito de peatones
La Gran Vía de Madrid, una de las principales arterias viales de la capital española será convertida en una avenida de doble sentido de circulación con ciclovías, mayor espacio peatonal y más vegetación, así lo anunció el ayuntamiento local.
Si bien el proyecto aún está en proceso de planeación, su objetivo principal es facilitar el desplazamiento en bicicleta de los ciudadanos, de modo que se potencie la relación entre ellos y mejoren sus condiciones de vida.
La iniciativa está planteada en tres etapas: la primera se enfoca en la ampliación de banquetas y así dar preferencia a los transeúntes. En segundo lugar, se proveerá de vegetación a las aceras para elevar la calidad del aire en la zona y ofrecer una imagen más orgánica a la vialidad. Por último, se busca la creación de un sistema de movilidad que integre un carril-bus, vehículos motorizados y ciclistas.
Con la reordenación de los carriles, el transporte público (taxis y autobuses) se moverá a las laterales de la avenida. En los carriles centrales el límite de velocidad será de 30 kilómetros por hora para facilitar el tránsito común de bicicletas y automóviles. Además, en los tramos con pendientes pronunciadas, se ha propuesto crear un carril exclusivo para ciclistas.
Las obras arrancarán a partir de enero de 2018, para evitar que interfieran con los festejos decembrinos y se trabajará por 8 meses para tener el proyecto terminado durante el otoño de ese año. Aunado a ello, la iniciativa complementará la remodelación de las 6 plazas ubicadas en los alrededores de la Gran Vía.