ONU-Habitat destacó que los árboles son desplazados por la infraestructura urbana; sin embargo, son necesarios para un desarrollo sostenible e inclusivo
ONU-Habitat, el programa de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos, afirmó que, a diferencia del aire y el agua, las ciudades prestan poca atención a cómo se tratan y protegen los árboles.
Lo anterior se hace evidente a partir de una disminución constante de la cubierta forestal urbana; ya que, durante un periodo de cinco años, la cobertura arbórea urbana global promedio disminuyó en casi 40,000 hectáreas por año.
No obstante, la agencia destacó que los árboles urbanos aportan beneficios ambientales, sociales, para la salud, biodiversidad y economía.
“Los árboles están siendo desplazados por la infraestructura urbana: edificios, carreteras, puentes, pasos elevados. Para un desarrollo sostenible e inclusivo, es necesario proteger los árboles urbanos”, señaló.
Estos son los principales beneficios de los árboles en las ciudades:
Loa árboles actúan como control natural del clima
En primer lugar, ONU-Habitat mencionó que los árboles urbanos actúan como enfriadores naturales en el entorno construido; lo cual alivia el efecto de isla de calor y disminuye el consumo de energía para una mejor mitigación del cambio climático.
Esto se debe a que la infraestructura urbana absorbe el calor ambiental y lo libera lentamente hacia el medio ambiente; lo que eleva aún más la temperatura ambiente y crea un efecto de ‘isla de calor urbano’.
Sin embargo, con árboles habría mayores áreas con sombra, humedad total en el ambiente, enfriamiento del aire por evapotranspiración y radiación solar desviada.
“Un solo árbol, dentro de los cinco años posteriores a su plantación, puede generar un ahorro de energía del 3% para un hogar y del 12% dentro de los 15 años. Multiplicado por millones de hogares, los ahorros de energía de esta magnitud se reflejarán en una reducción en el consumo total de energía”, indicó.
Aspiradoras de CO2
Los árboles aspiran el dióxido de carbono (CO2) del medio ambiente y lo utilizan para la fotosíntesis; además de que pueden almacenarlo para un crecimiento inmediato y a largo plazo.
Según el tipo y la edad, un solo árbol puede almacenar entre una y 22 toneladas de CO2 a lo largo de su vida. Y, cuando se corta un árbol, este CO2 almacenado se libera nuevamente al medio ambiente; lo que aumenta la cantidad total de CO2 y afecta negativamente la calidad del aire.
Los árboles protegen la salud de los ciudadanos
Una cubierta de árboles saludable puede reducir, bloquear o amortiguar la contaminación del aire, el ruido y el agua en las ciudades; lo que protege a los residentes contra diversas enfermedades.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la población mundial respira aire que contiene altos niveles de contaminantes. Y, para 2060, las muertes prematuras debidas a la contaminación del aire podrían ser de 6 a 9 millones de muertes al año.
En este sentido, hacer que las ciudades sean más verdes a través de la planificación urbana puede combatir la contaminación del aire; la forma más mortal de contaminación. Cubrir al menos el 30% del área total de suelo urbano puede prevenir 400 muertes prematuras al año.
Promotores de calidad de vida, igualdad e inclusión
ONU-Habitat recalcó que los ciudadanos con un acceso más fácil a espacios verdes muestran un mejor estado de ánimo; así como una mayor motivación para hacer ejercicio al aire libre y socializar dentro de sus comunidades. Esto mejora la calidad de vida y, a su vez, puede atraer mayores oportunidades comerciales.
Además, los árboles pueden ayudar a abordar la igualdad social y la inclusión, pues la población de bajos ingresos a menudo reside en zonas con niveles de calor y contaminación desproporcionadamente más altos.
“Al abordar la equidad de los árboles, los beneficios ambientales, de salud y socioeconómicos que ofrecen los árboles se ponen a disposición de los grupos de bajos ingresos; elevando así la igualdad y la inclusión social”, expuso la agencia.
La cubierta arbórea promueve la biodiversidad urbana
Finalmente, ONU-Habitat precisó que los árboles protegen la biodiversidad general, pues sirven como refugio para la vida silvestre y las plantas nativas amenazadas o en peligro de extinción. Por ejemplo, más del 20% de las aves del mundo residen en las ciudades; éstas viven de los insectos, la savia, las nueces y las frutas de los árboles y, a cambio, esparcen las semillas de los árboles.
Asimismo, los árboles bien mantenidos pueden minimizar la erosión del suelo durante las fuertes lluvias; lo que previene el daño al entorno natural construido y asegura que el suelo retenga los minerales necesarios para el crecimiento de las plantas.