Con 270 metros de largo y 40 de altura, el puente Tabiat se consolida como el destino preferido de los habitantes
Ubicado en el centro geográfico de la ciudad y concebido para unir dos de los mayores parques de Teherán, el puente Tabiat se ha convertido en la principal atracción turística y el nuevo ícono arquitectónico de la capital iraní gracias a su estructura de acero y las luces de colores que lo iluminan al caer la noche. Fue inaugurado hace apenas un año y atraviesa una de las más antiguas y concurridas autopistas que conectan el norte y el sur de la ciudad.
La obra consta de un puente de alta tecnología de 270 metros de largo y 40 de alto, inspirado en las raíces de los árboles. En el interior de la estructura de acero hay tres niveles repletos de xonas comerciales, restaurantes y áreas de descanso y esparcimiento.
Concebido por la arquitecta Leila Araghian, quien resultó ganadora del concurso de diseño que dio lugar a la construcción del puente, y que ha logrado opacar a la Torre Milad, construida en 2007 y que con sus 435 metros de altura, es visible desde cualquier punto de la ciudad.
Cada día, alrededor de 20 mil teheraníes pasean por el puente y disfrutan de las vistas que ofrece la cordillera de Alborz, cifra que se duplica los fines de semana.