Este recinto inaugurado en junio del presente año devuelve y reconfigura el espacio público para detonar comunidades locales y de turismo
El arquitecto Enrique Norten recientemente diseñó la renovación de una biblioteca pública ubicada en una zona comercial y residencial del centro de Manhattan, en Nueva York, justo frente al Museum of Modern Art (MoMA).
Este recinto inaugurado en junio del presente año devuelve y reconfigura el espacio público para detonar comunidades locales y de turismo. Además, es considerada única en su tipo en Nueva York ya que constituye un replanteamiento profundo sobre la función que debe cumplir un centro cultural del siglo XXI en la era digital.
La biblioteca está insertada en un nuevo hotel de 40 pisos ocupando la planta baja, almacén y niveles inferiores, de tal forma que la propuesta modifica un sitio oscuro y enterrado para abrirlo hacia la ciudad.
Ésta se encuentra dotada con un espacioso anfiteatro, una pantalla gigante y ventanales de piso a techo que la conectan con el espacio exterior. La planta libre y abierta se adapta a distintas actividades, y la integración de libros, arte y tecnología incorporan nuevas posibilidades de interacción.
En cuanto a la identidad del recinto no presenta una fachada icónica como símbolo de la institución, sino que desaparece por completo para revelar un centro cultural dinámico al reaprovechar materiales discretos de forma innovadora con base en distintas texturas y expresiones.
La topografía del inmueble permite la conexión y circulación en tres niveles, lo que permite permeabilidad y entradas de luz cuyas disolvencias fortalecen las dinámicas de los espacios.
El programa se desarrolla a partir de la colección bibliográfica y su categorización con la finalidad de configurar un espacio público integrado y activado, que sugiera distintas formas de estar, estudiar, leer y encontrase.
Se trata de una biblioteca del siglo XXI lo suficientemente flexible para permitir las transformaciones a lo largo del día y un cambio significativo a lo largo del tiempo.
Diseñada por el despacho de Norten, Ten Arquitectos, el centro que reemplazó a la biblioteca Donnell “no recordará a ninguna otra biblioteca pública de la ciudad”, de acuerdo con el diario The New York Times.
Enrique Norten indicó durante una entrevista para Notimex que el espacio en sí mismo significaba un reto. En un lote ocupado por el sólido edificio de cuatro plantas de la Donnell ahora se alzan una torre de departamentos y un hotel, siendo que en los tres pisos en el subsuelo se encuentra la nueva biblioteca.
En ese sentido, explicó que la intención era crear una continuidad con el espacio público de la calle, y crear una nueva imagen de una biblioteca como algo transparente y permeable, y no como una fachada cerrada que intimide y delimite.
La gente obtiene su información a través de medios digitales o de la televisión y el cine, de la música y conferencias, explicó Norten, por lo que biblioteca tiene además un recinto de conciertos y una colorida sala de lectura para niños.
Aunque cuenta con menos libros, dvd’s y cd’s que la Donnell, la nueva biblioteca obtiene cualquier título de la extensa red de bibliotecas públicas de Nueva York en un plazo de 24 horas. Ofrece además 68 computadoras, la mayoría portátiles, y wi-fi de alta velocidad.