La SOBSE contempló diversas adecuaciones viales, aunque no todas se realizaron debido al costo y poco beneficio que tendrían en cruces de gran importancia en la ciudad
El poniente y sur de la Ciudad de México se convirtieron en zona de obras de gran tamaño para la construcción de infraestructura vial, principalmente la construcción del deprimido Mixcoac-Insurgentes; sin embargo, el proyecto original de las obras se modificó por diversos temas.
La Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México (SOBSE) explicó que el proyecto general de Circuito Interior abarca diversas obras, como fueron los puentes vehiculares de avenida Te (Eje 4 Sur), una adecuación vial en Oriente 106, otro puente vehicular en Canal de Tezontle, el desnivel de Mixcoac-Insurgentes y una adecuación más en Calzada de Tlalpan y una gaza de desincorporación del Puente Molinos.
La mayoría de esas obras ya se terminaron, sólo el desnivel de Mixcoac y las obras sobre calzada de Tlalpan son las obras que se realizan en la ciudad, pero también se contempló un puente vehicular sobre Río Mixcoac en su cruce con Moras.
“Pero quedó únicamente como una idea debido a que requeriría la tala de todos los árboles del camellón y separaría físicamente a las colonias cercanas a estas vialidades. Su obra requeriría cerrar por un largo tiempo Río Mixcoac para realizar trabajos de obra inducida y armado, colado y cimbrado de pilas, zapatas, columnas y trabes; además de afectar notablemente la imagen urbana de Insurgentes”.
Túneles sin realizar
Asimismo, se construirían 2 Túneles Paralelos, con los que se daría circulación continua al Circuito Interior en ambos sentidos de sus carriles centrales en una longitud de 1,600 metros y 1,400 metros cada uno.
“Los cuerpos estarían separados en 2 cajones cerrados que permitirían resolver en su parte superior las laterales de servicio del tránsito local, al centro de estos 2 cuerpos se encuentra un camellón cuyo ancho varía entre 10 y 15 metros en el cual se encuentra alojado el entubamiento del Río Mixcoac”.
En este caso, también se tendría que haber cerrado la circulación por completo en esta vialidad, lo que hubiera afectado en gran medida el sur poniente de la ciudad. Asimismo, se tendría que hacer una desviación en el colector de 2.44 metros de diámetro, pues su trazo y su conexión con los de Barranca del Muerto e Insurgentes se cruzaban con la trayectoria de los túneles.
De haber continuado el proyecto, se habría hecho una excavación a cielo abierto de 6 metros de ancho, pues el colector está a 5 metros de profundidad. Para esto, el periodo de ejecución de los trabajos se alargaría y el cruce de Circuito con Insurgentes tendría que permanecer cerrado por al menos un año.
“Sería necesario la construcción de obras adicionales de agua potable y drenaje, debido a las interferencias a las instalaciones existentes. El tránsito se tendría que inducir al interior de las colonias, generando caos vial y molestias a los vecinos las 24 horas del día. Se colocarían troqueles metálicos de apuntalamiento y se procedería a realizar excavaciones a cielo abierto hasta los niveles de la losa de cimentación”.
Además de todos esos inconvenientes, se afectaría gran cantidad de árboles, se duplicaría el costo por las obras de excavación, pues para llegar al desplante de la cimentación de las estructuras se necesita colocar estructuras de contención. Aunque se hubiera realizado la obra, no se hubiera resuelto las vueltas a la izquierda para incorporarse a Barranca del Muerto, Insurgentes y Eje 8 Sur, por lo que a nivel superficial continuaría el caos vial.
