Por Roberto Aguilar Celis*
Aunque no se puede hablar de peatones hasta la aparición del automóvil como medio de transporte, la verdad es que siempre han existido sobre la superficie terrestre sin que se les reconociera como tales y sin ellos, la ciencia geográfica no sería la igual a como la conocemos en la actualidad. Los inicios de esta ciencia se remontan a la Grecia Antigua cuando viajeros y exploradores realizaban descripciones de lugares y pueblos distantes y desconocidos, por lo que podemos apreciar los relatos de Estrabón, Ptolomeo o Plinio acerca de lugares de la región del Mar Mediterráneo.
Incluso antes que la geografía apareciera como ciencia, el hombre antiguo tuvo la necesidad de representar en mapas o incluso, en pinturas rupestres los lugares con acceso al agua, las zonas de caza, las áreas seguras o los caminos y rutas que comunicaban con pueblos vecinos, ¿cómo hubieran sido posibles estos avances y cimientos de la geografía y la cartografía si el hombre no se hubiera desplazado a pie?
La geografía física es tal vez una de las ramas que más le debe a los peatones, llamados exploradores, navegantes o aventureros, pero personas que, gracias al desplazamiento a pie, fueron capaces de descubrir selvas, ríos, montañas, cascadas, lagos, nuevas y fascinantes especies, islas, penínsulas, océanos, e incluso, continentes enteros. Pero no todo queda en el pasado, en la actualidad la geografía social, con un enfoque en el estudio de las características y la influencia de la población en el espacio geográfico busca identificar las causas de la mortalidad, ¿no es más sana una población que camina a aquella que sólo se traslada en auto y que le genera problemas de contaminación, estrés y obesidad?
Los flujos migratorios también son de importancia para la ciencia geográfica, no sólo en identificar las causas y consecuencias del fenómeno migratorio al responder preguntas como por qué lo hacen o cuáles son los efectos en el lugar de origen y destino de los migrantes, sino también en cómo migran las personas; y a pesar de los avances tecnológicos en el área de los transportes, es importante reconocer que gran parte de los flujos migratorios se realizan a pie, el ejemplo clásico es la migración desde nuestro país, y muchos otros países centroamericanos hacia Estados Unidos.
La geografía urbana es por excelencia la rama de la geografía más vinculada con los peatones, ¿cómo conocer, estudiar o analizar una ciudad si no es por medio de la experiencia a pie?, ¿cuáles han sido los principales efectos en el espacio geográfico y dinámica de las ciudades desde la aparición del automóvil?, ¿qué modelo de ciudad elegir: aquella en la que el tamaño, distancias, desigualdad y acceso a servicios, oportunidades e infraestructura exige el uso de vehículos, o una en la que la diversidad de usos de suelo y la cercanía entre el origen y el destino permitan realizar los viajes a pie?
Incluso la ubicación de las ciudades en los sistemas urbanos de muchos países y regiones está en función del área de influencia determinada por la distancia que una persona podía caminar en un día de ida y vuelta para satisfacer sus necesidades, así por ejemplo, si una persona vivía a mitad del camino entre un asentamiento humano A y otro B, le daría lo mismo dirigirse a A o a B, pero si vivía más cerca de A, muy probablemente se dirigiría ahí para comprar, vender, ir al médico, estudiar, trabajar, etc.; de esta manera, se conformaron las economías de aglomeración, y con ello las ciudades.
Los peatones hacen geografía en las ciudades del mundo.
Fuente: Roberto Aguilar Celis (Mayo 10 de 2016, Sao Paulo, Brasil).
Dentro de la perspectiva de la geografía cultural, los fieles de algunas religiones expresan su devoción mediante largas caminatas entre pueblos y dentro de las ciudades, por lo que además de feligreses, se convierten en peatones y usuarios de la vía pública. Finalmente, la geografía económica, desde la actividad turística no sería la misma sin los peatones, ¿no es el caminar una de las mejores maneras para disfrutar y apreciar la belleza de nuevos lugares?
Por su parte, los peatones también hacemos uso de la geografía, tenemos a la mano un mapa o un sistema GPS para planear nuestra mejor ruta, llevamos el atuendo adecuado para las condiciones meteorológicas del día y hora en que caminamos; apreciamos, valoramos, mejoramos y exigimos seguridad y las condiciones adecuadas para los usuarios del espacio público.
Definitivamente, la geografía no sería la misma sin los peatones. Gracias a todos ellos, felicidades en su día y felices caminatas en el espacio geográfico.
*Roberto Aguilar Celis
Estudiante de doctorado en CentroGeo
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