La Ciudad de México se divide en tres zonas, de acuerdo a los factores físicos que ayudan a identificar el riesgo que representa construir y habitar un inmueble en ellas
De acuerdo con las autoridades de la Ciudad de México, el sismo de 7.5 grados de intensidad que se percibió la mañana del pasado martes 23 de junio, a diferencia del que se vivió en septiembre de 2017, no dejó daños considerables en la capital del país.
No obstante, es normal que, con base en estas experiencias, aquellos interesados en construir, adquirir o rentar un inmueble presten mucha más atención a los temas de seguridad.
En primer lugar, es importante saber que la Ciudad de México se divide en tres zonas, de acuerdo a los factores físicos que ayudan a identificar el riesgo que representa construir y vivir en las diversas alcaldías:
- Zona 1. Se localiza lejos de lo que alguna vez fue el Lago de Tenochtitlán, y corresponde a las alcaldías con áreas de cerros, lomas y pedregales; es decir, la Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Milpa Alta, Tlalpan y algunas zonas en Coyoacán y la Miguel Hidalgo.
- Zona 2. Son sitios que cuentan con depósitos arenosos que tienen cerca de 20 metros de profundidad, los cuales se combinan con capas de arcilla lacustre, por lo que son mucho menos estables. Esta zona abarca, principalmente, la alcaldía Azcapotzalco.
- Zona 3. El suelo en esta zona se caracteriza por estar integrado por diferentes clases de arcillas, lo que causa que las ondas se maximicen; por lo tanto, esta es la zona que supone un mayor riesgo, y el inmueble deberá tener cimientos hidráulicos. Las alcaldías que poseen este tipo de suelo son Cuauhtémoc, Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac, Venustiano Carranza, la parte central de Gustavo A. Madero y el norte de Xochimilco.
Sin embargo, Daniel Narváez, director de Marketing de la plataforma inmobiliaria Lamudi, subraya que «no hay que olvidar que, además de la zona, es importante considerar los parámetros establecidos por el Reglamento de Construcción de la ciudad, para que una construcción sea considerada segura. También existen protocolos de seguridad para edificios y casas que deben ser bien atendidos en caso de sismo, para evitar cualquier desgracia como la que vivimos en 2017″.
Cómo identificar un inmueble seguro
El portal indica algunas características que debe tener un inmueble para que sea considerado seguro:
- Altura. La altura de un inmueble es un factor esencial en la resistencia ante sismos. En la actualidad se cuenta con la tecnología necesaria para que la altura no sea sinónimo de riesgo.
- Simetría. Si una construcción no es simétrica, se aumenta la posibilidad de que se produzca una torsión en su planta, lo que lo hace más vulnerable ante un terremoto.
- Distribución de masas. Especialistas recomiendan una distribución uniforme de las masas que conforman el inmueble, tanto en planta como en altura.
- Estructuras rígidas. Entre más muros estructurales tenga la base, será mayor la estabilidad y resistencia frente a un movimiento sísmico.
- Distribución de puertas y ventanas. La distribución simétrica de las puertas y ventanas en un edifico es esencial para aumentar la resistencia del mismo ante un sismo; así como un tamaño acorde al resto de la estructura, que no supere más de la mitad del muro.
- Calidad de los materiales. De acuerdo con los expertos de Lamudi, la buena calidad de la construcción mejora la capacidad de absorción de energía en el movimiento sísmico; por ejemplo, el hormigón armado y el acero ayudan a que el edificio se pueda balancear sin llegar a caerse.
- Cimentación. Este elemento es clave en la flexibilidad y aguante de las construcciones. Cada suelo tiene una cimentación específica tanto en profundidad, forma y tamaño, por lo que es esencial un estudio del terreno previo a la construcción del inmueble.