Ante la incertidumbre en la demanda de oficinas, los desarrolladores optaron por postergar el inicio de obras y detener algunas en proceso de construcción
Sin lugar a duda, el 2020 fue un año complicado para la industria inmobiliaria, y en especial para el sector de las oficinas, que fue uno de los más lastimados. Esto debido a que la pandemia por Covid-19 paralizó a la actividad productiva en todo el país.
En el caso de la Ciudad de México, que es el principal mercado corporativo del país, la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) reportó que, al tercer trimestre del año (3T2020), se desocuparon más de 200,000 metros cuadrados (m²) de oficinas. Y, de continuar este escenario, las empresas deberán realizaran recortes de personal y otras tendrían que declararse en quiebra, afectando la derrama fiscal en la metrópoli.
Cabe mencionar que, además de los colaboradores de las empresas que ocupan las oficinas, más de 230,000 personas que laboran en hoteles, comercios y restaurantes alrededor de los principales corredores corporativos de la ciudad están en riesgo de perder su empleo.
En la capital mexicana ya se reportaba una sobreoferta de espacios de oficina desde antes de la crisis sanitaria. De acuerdo con la plataforma Solili, este indicador se vio afectado a lo largo de la pandemia, y cerró el 4T2020 con una vacancia en metros cuadrados 40% mayor a la reportada el mismo periodo de 2019; la cual ronda números cercanas a tasas del 20 por ciento.
En términos de demanda, Solili indicó que, por tercer trimestre consecutivo, la CDMX reportó una cifra negativa de 121,000 m² al cierre del 4T2020, 33% menor a la reportada en el trimestre anterior, lo que significa que se desocupan más espacios que los que se ocupan.
Otros reportes inmobiliarios, como el de la consultora Cushman & Wakefield, indican que la ciudad durante todo el año pasado reportó una reducción importante en su actividad, especialmente al cierre del segundo trimestre. Aunque en el tercer trimestre hubo una recuperación modesta, que continuó en siguiente trimestre.
Cifras de la consultora destacan que la demanda neta de oficinas acumulada al cierre del 4T2020 experimentó una contracción de -83,920 m², siendo la primera vez en más de 20 años que se ubica en números negativos. Lo anterior, si bien sólo representa un 0.8% del mercado total, es una señal de que el mercado atraviesa por un momento de gran incertidumbre.
La consultora mencionó que, pese a que la mayoría de los submercados de oficinas de la capital reportaron una absorción negativa, el corredor Insurgentes tuvo una demanda neta positiva: 19,817 m² tan sólo en edificios clase A. Lo cual es resultado de su accesibilidad y disponibilidad de buenos medios de transporte.
Por otro lado, la vacancia en edificios corporativos se incrementó, tanto por subarrendamientos como por oferta directa. Esto se reflejó en una tasa de disponibilidad que llegó a 14.7% para el promedio de todos los estándares de edificios, y a 16.8% para los corporativos clase A.
Ante un panorama de incertidumbre para el sector de las oficinas, los desarrolladores optaron por postergar el inicio de obras y detener algunas en proceso de construcción; así como por reconvertir el espacio en edificación y darle otro uso. La CDMX, que cuenta con poco más de un millón de m² de construcción, mostró una contracción anual del casi 13%; de los cuales el 90% se ubica sobre los corredores de Insurgentes, Reforma, Polanco y Santa Fe.
Frente a esta situación, la ADI afirmó que la capital del país pierde atractivo como sede para los corporativos, ya que, en algunos estados, en donde el semáforo epidemiológico lo permite, las oficinas sí están en operación.
Además, como consecuencia del trabajo a distancia, algunas empresas se están trasladando a estados con cargas fiscales menos elevadas, como Querétaro, Nuevo León y Jalisco. Lo cual podría verse reflejado en un incremento en las tasas de desempleo y una reducción en los ingresos de la CDMX.
Aunado a lo anterior, nuevas inversiones programadas se encuentran detenidas, y se corre el riesgo de que muchas se cancelen y se pierda ese potencial de generación de nuevos empleos y recursos para la capital.
No obstante, la ADI señaló que el inventario de edificios es diverso y dadas las características de cada uno, el riesgo es distinto dependiendo del perfil de cada edificio. En ese sentido, aseguró que las condiciones de salud en edificios podrían ser más seguras que las que están tienen muchas personas trabajando de manera remota, si es que cumplen con las siguientes características:
- Infraestructura adecuada de ventilación
- Implementación de controles y protocolos
- Control epidemiológico
Esto sin olvidar estableces protocolos estrictos de medidas sanitarias para prevenir la propagación del Covid-19, que contemplen los trayectos a las oficinas, control de acceso a los edificios y estricta limpieza en el interior de los mismos.