Jean Nouvel es un arquitecto que se opone al ‘clonaje generalizado’, y cada una de sus obras es diferente una de la otra, pero con elementos en común
El 12 de agosto de 1945, nació, en una pequeña villa ubicada en la región de Aquitania, Francia, Jean Nouvel, uno de los arquitectos más innovadores y polémicos de los últimos tiempos.
A los 21 años, ingresó a la Escuela Superior de Bellas Artes de París para estudiar pintura, pero, por motivos económicos, al poco tiempo lo abandonó para dedicarse a la arquitectura.
“En aquellos años no tenía apenas dinero y me pareció que la arquitectura sería una vía más práctica para ganarme la vida que la pintura”, reveló el arquitecto hace algunos años.
Asimismo, en su época de universitario, Jean Nouvel participó activamente en el movimiento conocido como Mayo del 68 francés, promovidas por la clase obrera, estudiantes y artistas; lo cual influyó tanto en su persona como en sus proyectos posteriores, al poner en práctica una arquitectura utópica y socialista.
Además, trabajó con los arquitectos Claude Parent y Paul Virilio, de quienes recibió una notable influencia revolucionaria en lo arquitectónico. Gracias a esto, al licenciarse en 1972, se convirtió en una de las figuras más destacadas y activas de la militancia arquitectónica y política de aquellos tiempos.
En 1976 fundó su propio estudio de arquitectura, pero fue hasta 1982 cuando recibió su primer proyecto importante: la construcción del Instituto del Mundo Árabe, inaugurado en 1987 y por el que ganó el Gran Premio de Arquitectura, además de que comenzó a ser considerado el arquitecto de moda y el símbolo de la modernidad francesa.
A partir de ese año, le fueron encargados muchos más proyectos destacados, mismos que realizó alejado de las corrientes arquitectónicas de la época, buscando su propio lenguaje arquitectónico, con edificios diferentes uno del otro, pero con elementos en común como la trasparencia, la luz y las sombras.
Lo anterior debido a que Jean Nouvel es un arquitecto que se opone al ‘clonaje generalizado’, y defiende que las construcciones atiendan la geografía, historia y clima de los lugares donde se ubican.
“Soy un arquitecto de contextos. Para mí, la situación determina la arquitectura, así que no existe la misma solución para dos casos distintos. Suena obvio, pero no debe de serlo tanto viendo cómo trabaja la mayoría. Los edificios de hoy se construyen sin prestar atención a la geografía, a la historia o al clima. Son construcciones autistas, objetos intercambiables. Yo me opongo a ese clonaje generalizado”.
Cabe mencionar que el arquitecto ha ganado numerosos galardones de arquitectura y diseño, como el Premio Aga Khan, el Premio Wolf y el Premio Pritzker 2008, este último considerado el Nobel de la Arquiectura, por ser el máximo galardón que se otorga en la materia.
Las cinco mejores obras de Jean Nouvel
- Torre Agbar (Barcelona, España)
Es un rascacielos de 142 metros de altura en forma de cilindro, compuesto por 16,000 láminas de vidrio traslúcido que cambian de color según la luz del sol.
Además, Nouvel buscaba huir de la concepción predominante de lo que debía ser un rascacielos con formas paralelepípedas, por lo que su intención fue hacer que esta torre emergiera del suelo de una forma especial. Por ello, al ser sede de una compañía de servicios relacionados con el agua, se apoyó en la metáfora de un géiser brotando desde las profundidades marinas.
- Fundación Cartier (Berlín, Alemania)
Concluido en 1994, este proyecto dedicado al arte contemporáneo fue una de las primeras obras de Jean Nouvel.
Se caracteriza por su ‘arquitectura de ligereza’, que consiste en una fachada transparente de cristal, que integra al edificio con el ambiente que lo rodea.
- Museo Nacional de Qatar (Doha, Qatar)
Este edificio de 350 metros de largo y grandes discos curvos es una de las últimas obras del arquitecto, inaugurada en 2019 y dedicada a exhibir la historia del país.
Su diseño está inspirado en la ‘rosa del desierto’, con un agregado de cristales minerales con forma de flor que sólo se encuentra en regiones costeras áridas.
- Louvre Abu Dabi (Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos)
Este museo forma parte del distrito cultural de la isla de Saadiyat, junto a otros tres museos y a un centro de entretenimiento. Su diseño consiste en una cúpula aparentemente flotante y traslúcida, que permite que la luz solar se filtre a través de ella.
- La Marseillaise (Marsella, Francia)
Este rascacielos de oficinas cuenta con 31 pisos y una altura de 135 metros, y resalta por el diseño de su fachada tricolor, que le valió el segundo puesto en el Emporis Skyscraper Award de 2018.