En el Templo de San Bartolomé Soyaltepec, cerca del 60% de los trabajadores involucrados en la recuperación son habitantes de regiones afectadas
Tras las afectaciones que dejaron los sismos ocurridos en septiembre del año pasado en Oaxaca, habitantes de diversas comunidades se dieron a la tarea de apoyar con la recuperación del patrimonio arquitectónico de la región.
Para ello, han llevado a cabo diversas labores a lo largo de estos meses, como es el caso del Templo de San Bartolomé Soyaltepec, Teposcolula, en donde alrededor de 60% de los trabajadores involucrados en la recuperación del inmueble son habitantes de comunidades afectadas.
En este recinto los daños más significativos fueron en la cubierta, en donde se presentaron fisuras en tabiques de este elemento, lo que generó la filtración de humedad al interior del inmueble.
Se encontró que anteriormente ya se habían realizado labres en la cubierta, pero con materiales no compatibles con el sistema tradicional de construcción, lo que influyó para que aparecieran grietas al interior.
De acuerdo con el arquitecto responsable de la obra, Eloy Pérez Sibaja, las nuevas labores consitieron en volver a hacer el recubrimiento del entortado para dar la geometría de la bóveda, además que se volvió a recubrir con el enladrillado.
Como este templo, en Oaxaca hay muchos inmuebles que resultaron dañados y que, por lo tanto, requieren de alguna intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ya que son joyas arquitectónicas edificadas entre los siglos XVII y XIX. En la mayoría de estos inmuebles, la participación de las comunidades ha sido de suma importancia para el recate del patrimonio cultural.