Para el diseño del edificio a cargo del arquitecto italiano Renzo Piano, se tomaron en cuenta, en partes iguales, las necesidades de exhibición de la institución
La semana pasada el Museo Whitney de Nueva York, reabrió sus puertas a los visitantes con una exhibición que lleva por nombre “Estados Unidos es difícil de ver”, que incluye obras de su propia colección.
Este recinto, dedicado a exhibir arte moderno de Estados Unidos, fue diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano, quien tomó en cuenta, en partes iguales, las necesidades de exhibición de la institución, así como su capacidad para interactuar con el espacio que lo rodea en el exterior.
El nuevo edificio se ubica en el barrio de Meatpacking District, en la zona oeste de Manhattan, y cuenta con 67 mil metros cuadrados, duplicando el espacio de exhibición de la antigua sede en el Upper East Side, el cual fue traspasado al Museo Guggenheim.
Además, el museo ofrece espacios abiertos y cerrados, con vistas panorámicas hacia el Este de la ciudad, el Oeste del Río Hudson, así como al Sur de la Estatua de la Libertad.
De este inmueble destaca especialmente su vestíbulo, que permite a los visitantes observar en el exterior un parque elevado, el Río Hudson, los edificios industriales que aún quedan en el barrio y la gente que acude a la zona, poblada de galerías, restaurantes y de una intensa vida nocturna.