El Día Nacional de la Vivienda representa un llamado recurrente para atender las necesidades habitacionales de todos los segmentos de la población
Este 7 de febrero, como cada año, se celebra en México el Día Nacional de la Vivienda, con el objetivo de analizar y reforzar mecanismos y acciones en materia habitacional en el país, con especial atención en el rezago y la creciente demanda.
El origen de esta conmemoración se remonta a noviembre de 2017, cuando el Senado de la República instauró el Día Nacional de la Vivienda, para conmemorarse el 7 de febrero de cada año, ya que la fecha coincide con el aniversario del establecimiento en la Constitución Política del derecho de toda familia a una vivienda digna y decorosa, el 7 de febrero de 1983.
En ese entonces, el derecho a una vivienda digna y decorosa se entendía como el contar con un hogar con la infraestructura adecuada para proteger a sus ocupantes del medio ambiente y desastres naturales; así como con instalaciones sanitarias, acceso a servicios básicos (energía, agua y drenaje) y espacio suficiente para habitarla. Aunque, como es sabido, el concepto evolucionó en los últimos años, para hoy hablar de vivienda adecuada.
De acuerdo con ONU-Habitat, una vivienda adecuada es aquella que cumple con siete elementos:
- Seguridad de la tenencia
- Disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructura
- Asequibilidad
- Habitabilidad
- Accesibilidad
- Ubicación
- Adecuación cultural
De esta manera, el Día Nacional de la Vivienda se estableció para invitar a la reflexión en torno al papel que juegan los hogares en la conformación de un país más justo, eficiente, competitivo y sustentable.
Asimismo, esta celebración representa un llamado recurrente para atender con eficiencia, oportunidad y suficiencia, las necesidades habitacionales de todos los segmentos de la población mexicana.