La ciudad destinará los recursos recabados por concepto de mejoras del espacio público e infraestructura urbana para el mejoramiento de la zona donde se lleva a cabo el desarrollo
El valor de una edificación depende de la inversión del propietario, en cambio el incremento del valor del suelo lo crea la inversión pública, traducida en obras, transporte y servicios públicos; a esta revalorización del suelo se le denomina plusvalía, y su captación permite a los gobiernos locales, recuperar parte de la inversión realizada en obra pública y reinvertirla en zonas de la ciudad que la necesiten.
Plusvalía hace referencia al valor que van agregando las propiedades con el paso del tiempo, es decir, se trata del incremento de su precio comercial; sólo puede existir plusvalía cuando el incremento de valor supera los niveles de inflación, de modo que ambos no pueden crecer al mismo ritmo, la plusvalía siempre debe ser superior para existir de forma real.
La plusvalía de una propiedad es determinada por un conjunto de elementos como la ubicación del inmueble, la infraestructura que lo rodea, los servicios con los que cuenta tanto en la zona como dentro de la propiedad, planes de desarrollo, escuelas, hospitales, centros recreativos y culturales, la relación de oferta y demanda de vivienda, y si el inmueble es nuevo, viejo o ha sido remodelado.
Debido a la discusión por el mal uso del término plusvalía en el Artículo 94 de la Nueva ley de Vivienda, el órgano legislativo decidió retirar el término y aprobarla a mediados de diciembre de 2016 con 57 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones.
El artículo indica que el gobierno de la Ciudad de México destinará los recursos recabados por concepto de mejoras del espacio público e infraestructura urbana para el mejoramiento de la zona donde se lleva a cabo el desarrollo.
Lee la nota completa aquí