El edificio es una antigua casona neoclásica atribuido arquitectónicamente a Manuel Tolsá
El 12 de junio de 1968 fue inaugurado, por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, el Museo Nacional de San Carlos, cuyo proyecto de construcción lo realizó el prestigiado arquitecto valenciano Manuel Tolsá.
El edificio destaca al ser una antigua casona neoclásica construida por encargo de la segunda marquesa de Selva Nevada para su hijo, el conde de Buenavista, entre los años 1798 a 1805, atribuido arquitectónicamente a Manuel Tolsá.
En el siglo XIX, el acceso principal era por el pórtico que acoge al Jardín Buenaventura o Tabacalera, pero en los años 1800, la familia Iturbe, en aquel momento propietarios del inmueble, arrendó el edificio a la Tabacalera Mexicana Basagoiti Zaldo y Compañía, con fines de oficina y fabriles.
Tiempo después, el edificio fue sede de la primera delegación diplomática del Reino Unido en México, oficinas de la Lotería Nacional de 1933 a 1945 y Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM número 4 de 1958 a 1965.
En 1965, el antiguo Palacio de Tolsá fue asignado a la Secretaría de Salubridad y Asistencia, con miras a ser adaptado como Escuela de Salud Pública, por lo que iniciaron escrupulosos trabajos de restauración, hasta que, en 1968, instaron a la creación de un recinto que albergara la valiosa colección de arte europeo de la Academia de San Carlos.
Actualmente, el Museo resguarda uno de los más importantes acervos de arte europeo en América Latina; cuenta con una colección de 2,021 piezas: 608 pinturas, 683 grabados, 178 esculturas, 114 dibujos, 13 documentos, 18 fotografías, 23 artes decorativas, 35 piezas de mobiliario, 88 marcos 259 impresiones Rembrandt, un tapiz y un fresco.
Mañana, el recinto celebrará su 50 aniversario con la apertura de la exposición ‘Evocaciones’, que se integrará con más de 200 obras que explicarán cómo se ha conformado el acervo.