La entidad pasó de 151 a 230 plantas tratadoras, lo cual ha servido para reducir la contaminación provocada, devolver el agua a la naturaleza en mejor estado, o reutilizarla para riegos recreativos y agrícolas
Desde el inicio de la presente administración a la fecha, el Estado de México pasó de 151 a 230 plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR), lo que representa un incremento de casi 35% de su infraestructura para este proceso.
El objetivo es reducir la contaminación provocada por el agua residual y devolverla a la naturaleza en mejor estado, o reutilizarla para riegos recreativos y agrícolas, según informó el vocal ejecutivo de la Comisión del Agua del Estado de México, José Manuel Camacho Salmón, quien además explicó que con esta infraestructura la entidad alcanza una capacidad de tratamiento total de 11.9 metros cúbicos (m3) por segundo y 28.4% de cobertura.
Camacho Salmón informó que la población mexiquense desecha 22.91 m3 por segundo de aguas negras, es decir, 22,900 litros por segundo, lo que equivale a llenar 22.9 tinacos en el mismo lapso; el trabajo del gobierno de la entidad permite actualmente tratar la mitad de dichas aguas o lo equivalente a llenar 11.4 tinacos por segundo.
Trasciende que además de la construcción de las 79 nuevas PTAR, se han rehabilitado 43 sistemas de tratamiento municipales, lo que ha permitido incrementar la cobertura de este servicio de 25 a 28.4%, trabajos que se complementan con el apoyo que brinda el gobierno estatal en la operación y mantenimiento de los principales sistemas como en el caso de las dos macroplantas de Toluca, donde se tratan 5.5 millones de m3 mensuales.
Entre los sistemas de tratamiento con mayor capacidad se encuentran la planta Presa Guadalupe en Cuautitlán Izcalli, Amecameca, Tenango de Valle, Zinacantepec, Temascalcingo, San Martin de las Pirámides, Tenango del Aire, El Capulín en Huixquilucan, así como Coporo y La Palma en Atizapán de Zaragoza.
