El presupuesto para la intervención arquitectónica será de más de 30,000,000 de euros
El arquitecto británico Norman Foster y el arquitecto español Carlos Rubio, han ganado la competencia internacional para revitalizar y renovar el histórico Salón de los Reinos del Museo del Prado, cuyo costo será de más de 30,000,000 de euros.
Los despachos Foster + Partners y Rubio Arquitectura tuvieron la visión de crear un nuevo enfoque público para la ciudad, reuniendo los diversos edificios que componen el Prado con espacios públicos y enlaces subterráneos.
El Salón de los Reinos es una estructura noble y uno de los pocos que han sobrevivido desde el antiguo Palacio del Buen Retiro del siglo XVII, por lo que ha sido el tema de los cambios y la expansión, reuniendo muchas capas de la historia a lo largo de los siglos.
Según los arquitectos, las intervenciones darán nueva vida a los magníficos interiores del pasado, así como la adición de nuevas galerías de arte y espacios públicos.
La propuesta se remonta a cuatro siglos para volver a descubrir la original fachada sur de tres plantas, que ahora se convierte en el telón de fondo para un nuevo espacio espectacular dentro del edificio.
Además, las paredes exteriores existentes se han abierto delicadamente para traer luz y vistas desde la nueva plaza cívica. El Salón de los Reinos transformado será permeable, ofreciendo una nueva ruta pública a través del edificio.
Asimismo, un nuevo techo recogerá energía de células solares integradas, que darán luz natural a las galerías de abajo y cantilever como sombra para proteger la fachada sur.
La visión para el nuevo Campus del Prado reavivará la esencia del Palacio del Buen Retiro, creando un nuevo enfoque público para la ciudad, uniendo a los diferentes edificios del Museo del Prado.
El protagonista principal de esta renovación es el Salón de los Reinos, un monumento que ha reunido muchas capas de la historia a través de los siglos, las cuales serán intervenidas para revelar la fachada original del siglo 17, que se convertirá en la exposición principal del nuevo museo.
El área perdida por la remoción de los pisos intermedios será restablecida en el tercer piso, por encima de la fachada recién revelada, y en donde se albergará una amplia y versátil sala de exposiciones con techo de doble altura, que será totalmente sintonizable para controlar la luz natural y artificial, con controles ambientales completos, perfectamente adaptados a la variada naturaleza de las exposiciones. El nuevo techo también establecerá nuevos estándares para la sostenibilidad, recolectando energía de las células solares integradas, mientras crea sombra en la fachada sur.
Al situar los espacios de la galería de arriba, la planta baja se libera y se convierte en el corazón del nuevo edificio: este nivel público estará lleno de áreas de exposición y recreativas, con el entorno urbano circundante que fluye a través del atrio.
