“Invertir en una vivienda nueva o premium se convierte en un legado estratégico para las próximas generaciones”
En el marco del Mes del Testamento, expertos de Desarrolladora del Parque aseguran que una vivienda puede convertirse en un activo estratégico para garantizar la seguridad patrimonial y el legado familiar.
De acuerdo con la firma, al considerar un inmueble como parte de un legado familiar, es fundamental proyectar su valor a largo plazo bajo escenarios realistas de apreciación; además de que, invertir en una vivienda ubicada en zonas premium puede aumentar su valor hasta 10 veces en 30 años.
Por ejemplo, una propiedad en Bosques de las Lomas con valor actual de 10 millones de pesos (mdp) podría crecer entre 5% y 8% anual en las próximas décadas. Con una tasa moderada del 5%, en 30 años su valor aproximado sería de 43 mdp, mientras que con una tasa más optimista podría superar los 100 mdp, sin contar ingresos adicionales por arrendamiento.
Ajustando por una inflación anual promedio de 4%, el valor real proyectado se ubicaría entre 25 y 55 millones de pesos, lo que permitiría a los herederos conservar un patrimonio sólido y aprovechar oportunidades de monetización a través de renta de lujo o alquiler vacacional.
“Invertir en una vivienda nueva o premium no solo asegura un patrimonio tangible, sino que se convierte en un legado estratégico para las próximas generaciones. La clave está en combinar ubicación, plusvalía y planificación legal, y elegir zonas con infraestructura, servicios de calidad, conectividad y cercanía a escuelas, centros de negocio y espacios de vida social y urbana. Esto además permite generar ingresos pasivos mediante rentas de alto valor, consolidando así su papel como activo”, señaló Gabriela Serrano, project manager de Up Santa Fe y Agwa Bosques en Desarrolladora Del Parque.
Cómo transformar una vivienda en un activo patrimonial seguro
Por otro lado, Serrano destacó que transformar una propiedad en un legado seguro requiere ir más allá de la simple compra de un inmueble, por lo que compartió cinco claves para maximizar el valor y la crecimiento patrimonial de este tipo de inversiones a través de los años:
- Definir y proteger la titularidad de la vivienda: Establecer claramente la titularidad, contemplar impuestos de sucesión y fijar las condiciones de transmisión a los herederos.
- Seleccionar un inmuebles con plusvalía y potencial futuro: Optar por propiedades en ubicaciones estratégicas, como microcomunidades verticales o desarrollos integrales con servicios premium, asegura su valorización constante y oportunidades de crecimiento a largo plazo.
- Proyectar el valor de la inversión a largo plazo: Evaluar la evolución del mercado, la plusvalía histórica y las oportunidades de monetización para dimensionar el verdadero valor de la vivienda.
- Explorar el generar ingresos pasivos desde la propiedad: Si no se utiliza la propiedad como residencia, se recomienda explorar modelos híbridos de renta residencial o vacacional para asegurar flujo de efectivo estable y reforzar el valor patrimonial de la inversión para los herederos.
- Mantener y modernizar la vivienda para evitar que pierda valor: Realizar mejoras periódicas y adaptar la propiedad a tendencias urbanas para asegurar que la propiedad se mantenga competitiva, atractiva y rentable para las próximas generaciones.
