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Edificio para alojar el Centro de Formación y Profesionalización Docente y la Coordinación de la Universidad Abierta Innovación Educativa y Educación a Distancia, de la UNAM

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Por Gustavo López Padilla

La naturaleza educativa de las universidades, implica necesariamente el estarse renovando y actualizando continuamente, en lo que tiene que ver con la formación y las prácticas docentes de sus profesores y mas hoy en día, tomando en cuenta las diferentes expresiones del conocimiento que cambian vertiginosamente, a partir del desarrollo continuo de las humanidades, la ciencia, la tecnología y las distintas modalidades de los flujos cibernéticos de transmisión del mismo conocimiento. La Universidad Nacional Autónoma de México, no es ajena a esta circunstancia y continuamente promueve planes y programas de actualización pedagógica y del conocimiento, entre los miles de profesores que constituyen su plantilla educativa. En este sentido, recientemente fue promovida la construcción de un nuevo edificio, para alojar el desarrollo de los estudios mas avanzados, en lo que tiene que ver justamente con la Formación y Profesionalización Docente de su profesorado, así como para ubicar ahí la Coordinación de la Universidad Abierta Innovación Educativa y Educación a Distancia.

El proyecto y su construcción fueron coordinados por la Dirección General de Obras y Conservación UNAM, haciendo equipo con la Coordinación de la Universidad Abierta Innovación Educativa y Educación a Distancia de la propia UNAM, esta última participando activamente en el planteamiento conceptual y en el seguimiento teórico de su desarrollo, sumándose la participación de la Coordinación de Vinculación y Proyectos Especiales de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, en lo que tiene que ver con la propuesta proyectual de diseño y el desarrollo ejecutivo de la misma. Se trató naturalmente de un trabajo de diseño y construcción en equipo, formándose para el efecto un grupo interdisciplinario, que fue dirigido en términos del proyecto general, por Matías Martínez Martínez, arquitecto egresado del Taller Max Cetto. En lo que tiene que ver con el diseño estructural, se constituyó un equipo coordinado por Armando Pelcastre, arquitecto también egresado del taller Max Cetto. En lo referente a las distintas instalaciones el grupo fue dirigido por Francisco Martínez Valdez, egresado del Taller Federico Mariscal y en lo que tiene que ver con la asesoría bioclimática, la dirección estuvo a cargo de la Arq. Adriana Lira Oliver, egresada del Taller Jorge González Reyna.

El conjunto construido se ubica en la línea de colindancia norponiente de C.U., en ave. Ciudad Universitaria 298, colonia Jardines del Pedregal, en la ciudad de México, dando frente por un costado del edificio a la Casa Club del Académico de la APAUNAM. El terreno de desplante, de orientación dominante oriente-poniente, cuenta con una superficie de 4240 m2 de constitución pedregosa, resultando finalmente una superficie edificada de 3961.00 m2. La obra fue terminada en el año 2022.

En términos urbanos, la presencia del edificio hacia la ave. Ciudad Universitaria, a través de su fachada lateral norte y parcialmente su fachada oriente, es discreta, amable, a partir de su altura volumétrica de tan solo tres niveles sobre el nivel de calle y atractiva tomando en cuenta sus resultados de diseño, que incluyen contrastes de componentes proyectuales, como son planos ciegos de muros y ritmos dinámicos de parteluces que constituyen una parte sustancial de sus fachadas oriente y poniente, sumando juegos de luces, sombras y la combinación de distintos materiales constructivos, destacando el uso de tabiques vidriados de distintos colores, que se combinan con algunas cintas de concreto aparente, puntualizando dimensionalmente los entrepisos.

El proyecto se constituye por cuatro niveles, un semisótano destinado como estacionamiento y servicios generales, mas tres niveles útiles altos, en donde se despliega el programa arquitectónico solicitado. El volumen del edificio se asienta sobre el terreno pedregoso preexistente, a partir de una planta rectangular relativamente angosta, con las fachadas principales, alargadas, mirando hacia el oriente y el poniente, permitiendo que el material de la lava volcánica con manchones de vegetación, se extienda en los territorios laterales de las fachadas mencionadas, sumándose a esta condición, una porción importante de terreno libre sobre la fachada sur. La regularidad de la planta rectangular útil, se desarrolla sobre la base de un estricto sistema modular, que ordena la disposición de los componentes estructurales, la ubicación de los servicios sanitarios necesarios y organiza las posibilidades de uso y subdivisión de los espacios interiores, aplicando un criterio de planta libre, flexible, reconfigurable en el tiempo, a partir de la valoración del comportamiento cotidiano del uso y aprovechamiento del espacio interior mencionado.

Las articulaciones verticales, escaleras, resueltas mediante componentes metálicos aparentes, se ubican de manera separada, en la parte posterior del edificio, en sus extremos norponiente y surponiente. En las fachadas dominantes oriente y poniente del edificio, para protegerse y regular la incidencia del sol y sus ganancias de calor, en los niveles primero y segundo, se diseñó una doble fachada, que incluye, una primera superficie interior continua de mangueterías de aluminio y cristal, a lo que se suman unos parasoles exteriores fijos, construidos a base de tabique vidriado. A nivel de planta baja, donde se concentra el mayor tráfico peatonal, al ubicarse ahí los distintos salones de clase, se cuenta con una doble circulación, que corre por los laterales de las zonas centrales de salones ya mencionadas. Estas circulaciones operan como terrazas hacia las cuales se pueden extender las actividades de los salones, mirando de manera directa y cercana hacia los exteriores pedregosos y operando al mismo tiempo, como ámbitos protectores de la incidencia del sol en esa zona.

Los espacios interiores se pueden subdividir con planos fijos o móviles, pero siempre pudiéndose reconfigurar. Estos elementos no están comprometidos estructuralmente. Se cuenta con una buena altura libre, a lo que se suma, al no contar con plafones, el espacio que resulta de los peraltes de la estructura metálica, que se muestra siempre aparente. Estructura compuesta de vigas metálicas y entrepisos de losacero. Al no contar con plafones, las distintas instalaciones necesarias se disponen también de manera aparente, logrando con ello ahorros de construcción y mantenimiento, volviendo muy fácil poder reconfigurar los criterios de instalaciones y sus recorridos necesarios. Todas las instalaciones se muestran de manera ordenada, utilizando para el efecto carretillas especificas, dispuestas linealmente, habiéndose diseñado todo el conjunto de tuberías requeridas. La calidad habitable resultante de los espacios interiores es amable y confortable. Los espacios exteriores de lava volcánica que rodean el volumen del edificio, procuran para los interiores un silencio sereno en el ambiente. En términos constructivos, se emplearon fundamentalmente marcos regulares metálicos, ordenados racionalmente, mostrados de manera aparente, losas de concreto coladas en sitio, combinando lo anterior con terminados de pisos de cemento pulido y algunos mas con algunas piedras naturales. En general se aprecian soluciones cuidadosas de detalles, que tienen que ver con conexiones estructurales, relaciones y cambios de materiales.

En lo referente a criterios de carácter ambiental, se tomaron en cuenta los recorridos del sol, sus incidencias en el edificio y sus ganancias de calor, buscando confort interior sin el uso de aire acondicionado. Se procuró en la medida de lo posible, el aprovechamiento y uso de la luz natural en los interiores útiles, buscando ahorros en lo que tiene que ver con el consumo de energía destinada para iluminación artificial y se buscó inducir la ventilación natural cruzada.

En lo que tiene que ver con el diseño de paisaje, domina como ya se ha comentado, la presencia de espacios exteriores, constituidos por lava volcánica y manchones de vegetación, alta y baja. Los espacios interiores miran hacia este paisaje y parcialmente se establecen contactos vivenciales y útiles entre interiores y exteriores. El edificio dialoga con el paisaje natural. Se pueden además, recorrer caminando con cuidado los espacios exteriores, logrando visualizar el conjunto volumétrico de la obra.

Se trata al final de cuentas de un buen proyecto, atractivo, singular, resuelto a partir de posturas racionalistas, eficientes, expresivas, con acercamientos minimalistas y guiños un tanto high tech, retomando y reinterpretando algunos criterios de diseño experimentados previamente en el histórico campus universitario de los años cincuenta del siglo pasado, pero intentando con mesura, nuevas posibilidades proyectuales que enriquezcan el conjunto total universitario. El edificio resultante logra mostrar continuidad y una cierta evolución proyectual, con personalidad propia.

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Columnista invitado


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