El sector inmobiliario se juega el pellejo en la capacidad que pueda tener para reconocer sus nuevas circunstancias, sus nuevos retos y sus nuevas oportunidades
Por Horacio Urbano*
No hay duda, el futuro será cada vez más urbano y ello implica la necesidad de poner muchas mayor atención a la planeación, gestión y control de la transformación de nuestras ciudades.
Tampoco haya duda de que el sector inmobiliario tendría que ser fundamental para incidir en esa transformación, generando o transformando los activos físicos que ello requiere.
Y mucho ojo, porque esa transformacion urbana y ese desempeño del sector inmobiliario deben tener dos prioridades: personas y medio ambiente.
Hay además que decir que el éxito de esto no radica sólo en las capacidades de los gobiernos, porque también es indispensable sumar a estos procesos a la sociedad en su conjunto, y en forma muy particular, al sector inmobiliario, que dicho sea de paso, se juega el pellejo en la capacidad que pueda tener para reconocer sus nuevas circunstancias, sus nuevos retos y sus nuevas oportunidades.
El futuro del sector inmobiliario
Habría que empezar por entender y asumir que el futuro del sector inmobiliario está en la capacidad de tener impacto social y ambiental, acelerando con ese impacto los procesos que permitan construir sociedades más justas, inclusivas y humanas, con base en modelos integralmente sostenibles y sustentables.
No es reto menor… Implica para el sector inmobiliario el enorme reto ya no solo de reconocer rezagos y hacer el esfuerzo de regresar a tiempos prepandémicos, sino de ir mucho más allá y asumir de inmediato compromisos e implementar acciones encaminados a generar los activos inmobiliarios que sean la base de las ciudades y sociedades del futuro.
No se trata solo de reactivar los proyectos que la pandemia puso en pausa y hacerles los ajustes pertinentes, sino de empezar además a plantear los proyectos del futuro sobre la base de nuevos paradigmas de carácter social, económico, urbano y ambiental.
Tiempo de reinventarse
Se trata de levantar la mirada de la mesa para intentar visualizar objetivos comunes en escenarios de largo plazo, para con esa base asumir la parte que les toca de ese reto inmenso y empezar a plantear proyectos en esa misma dirección.
¿Qué mundo, que país, qué ciudades, qué barrios y qué viviendas queremos tener en el 2040, el 2050 o el 2100?
¿Qué proyectos inmobiliarios se requieren para eso?
Bien haría esta poderosa industria en ver los ejemplos de otras cuyo futuro también está en juego y depende de decisiones es complejas, como las que implican para el sector automotriz todos los acuerdos que establecen que para el 2040 solo se venderán vehículos cero emisiones.
Es en ese sentido que el sector inmobiliario debe asumir el reto de reinventarse para tambien llegar a ese 2040 en esas mismas cero emisiones, pero, además, garantizando que todo proyecto tenga como prioridad objetivos de alto impacto social que vayan mucho más allá de beneficiar solo a sus usuarios directos.
Impacto social y ambiental
Es así que el reto habitacional implica entender el rezago a partir de un objetivo de verdadero gran alcance y la intención formal de atenderlo sobre la base de las políticas, regulaciones, acuerdos, proyectos y esquemas de financiamiento del futuro.
No son palabras menores decir que el futuro del sector inmobiliario está en la capacidad de tener impacto social y ambiental…
Más vale entender los inmensos retos que tenemos por delante y, sobre todo, que solo podremos hacerles frente en la medida en que hagamos un ajuste mayor a la hoja de ruta que sigamos para ello.
Hombres y Mujeres de la Casa 2021
Atentos, ya hay fecha, el 7 de diciembre se llevará a cabo el evento más importante del año del sector inmobiliario mexicano, la XX entrega del Premio Hombres y Mujeres de la Casa.
Los invito a estar atentos de nuestras redes. Para información relacionada con el evento, ganadores y patrocinios: [email protected].