Urge la plena reactivación del sector inmobiliario; se requieren sus empleos y su impacto en la economía, y se requieren también los activos físicos que genera
Por Horacio Urbano*
Urge la plana reactivación del sector inmobiliario. Y de eso no hay duda.
Se requieren los millones de empleos que esta poderosa industria genera, se requiere su impacto en más de 40 de las 72 ramas que definen nuestra economía, y se requieren activos inmobiliarios de todo tipo para que nuestras ciudades, regiones y familias sean viables, prósperas y competitivas.
Pero reconocerlo y decirlo está lejos de ser suficiente.
Y es que esa plena reactivación está estrechamente ligada tanto a voluntad política traducida en hechos, como a la recuperación de las diferentes actividades productivas y humanas, que para su desarrollo requieren todo tipo de activos inmobiliarios.
No basta con decir que se busca la reactivación de la economía si desde el gobierno faltan contundencia y oportunidad para las políticas, programas, acciones e inversiones que ello implica.
No basta con decir que es momento de regresar a las oficinas, si la desaceleración económica reduce la demanda de lugares de trabajo, sean estos consecuencia del dinamismo de las empresas existentes, o de la formación de otras nuevas.
¿Y la demanda?
Lo mismo pasa con los centros comerciales, en que la demanda de espacios está inevitablemente vinculada con las capacidades de consumo de sociedades con economías debilitadas e inmersas en procesos inflacionarios, así como con el interés de las grandes firmas internacionales que en los años recientes habían sido la mayor demanda de estos espacios y hoy viven tiempos de incertidumbre que han minado sus requerimientos inmobiliarios.
El sector turismo ha recuperado dinamismo, pero sin alcanzar su desempeño prepandémico, en tanto que la vivienda, que también registra una tendencia más que favorable, lo hace con desempeños muy diferenciados en función del producto y la plaza.
Hay que decir que en materia de vivienda se registran muy buenos resultados en el segmento medio, en tanto que en los productos residenciales la incertidumbre ha desinflado las ventas, y en los económicos se han dejado de construir como resultado de los altos costos del suelo y las innumerables trabas regulatorias.
Reactivación del sector inmobiliario
Hay que decir que el segmento industrial se mantiene como el de mejor desempeño en la industria inmobiliaria y que todo apunta a que esa tendencia seguirá, haciendo valer los largos ciclos de negocio y el tipo de clientes que definen esta rama del sector.
Pero el caso es que el esperado y urgente repunte de la industria inmobiliaria requiere el repunte del resto de los sectores productivos y, con ellos, de las capacidades de compra de las familias mexicanas.
Y ojo, que esto exige que desde el gobierno se manden más y más fuertes señales de confianza, lo que implica un real y poderoso programa de recuperación económico anclado en todo tipo de apoyos, tanto para fortalecer capacidades de consumo de la sociedad, como para dar mayores atractivos a la inversión privada.
Urge la plena reactivación del sector inmobiliario. Y más allá de esa obviedad, lo que urge es crear condiciones que permitan acelerar esa recuperación.
Recuperación prospectiva
Habrá que ver si desde el gobierno se reconoce que salir de esta crisis implica entender nuestra economía a partir de la suma de cada una de sus partes y actuar en consecuencia.
No es en el discurso, sino en los hechos, donde se deben crear condiciones que permitan que cada actividad vaya acelerando su recuperación y que puestas en sintonía esas recuperaciones, se pueda hablar de una plena recuperación que no se quede en retomar lo que teníamos hace poco más de dos años, sino que vaya adelante y construya mejores escenarios de cara a un futuro deseable y planeado.
El reto es entender la recuperación como un proceso prospectivo, que recupere lo perdido, pero que asuma los retos de atender todo tipo de necesidades futuras.
Se trata de entender la recuperación del sector inmobiliario como un proceso encaminado a crear los activos físicos que serán necesarios para apuntalar el desarrollo futuro del país y sus habitantes.
Se trata de crear escenarios que permitan que como parte de esa recuperación empecemos a pegar los ladrillos del futuro.
Conorevi se reunirá en Mérida
Cumplir los objetivos de la Política Nacional de Vivienda sólo será posible si sus programas, estrategias, organismos y productos se complementan en forma oportuna, suficiente y eficiente con programas, estrategias, organismos y productos de carácter local.
No hay más. Solo podremos atender el rezago habitacional en la medida en que seamos capaces de fortalecer los organismos locales de vivienda, para que ellos sean quienes entiendan y atiendan de primera mano, las particularidades de las necesidades y posibilidades de sus ámbitos de influencia.
Esta semana, Mérida, Yucatán, será sede de una muy importante reunión del Consejo Nacional de Organismos Estatales de Vivienda (Conorevi), que preside Anselmo Peña Collazo, que permitirá poner en sintonía a las instancias nacionales y locales que tienen a su cargo hacer frente al reto habitacional.
En verdad es importante, porque hacer eficiente una política de vivienda basada en lo social, exige la plena coordinación entre los tres niveles de gobierno, y de ellos con la sociedad.
Estén atentos, en Centro Urbano daremos seguimiento a lo que pase en tierras yucatecas.
*Horacio Urbano
Presidente de Centro Urbano
