El legado de Pani comprende proyectos de todas las tipologías: viviendas, escuelas, edificios públicos, hospitales, hoteles, oficinas, entre otros; que marcaron la imagen urbana de la ciudad
Este 29 de marzo se cumplieron 110 años del natalicio de Mario Pani (29 de marzo de 1911-23 de febrero de 1993), arquitecto y urbanista mexicano, promotor del funcionalismo y el estilo internacional; así como de las ideas de Le Corbusier en México.
Desde niño, Pani estuvo ligado a la ingeniería y arquitectura, y realizó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París. En junio de 1934 obtuvo su título, el cual fue convalidado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El legado del arquitecto comprende 136 proyectos de todas las tipologías: viviendas, escuelas, edificios públicos, hospitales, hoteles y oficinas; además de edificios comerciales, aeropuertos y planes urbanos. Los cuales marcaron la imagen urbana de la ciudad.
Dentro de sus obras destaca el Hotel Reforma; el Hospital General de Saltillo; Conservatorio Nacional de Música; el Hotel Plaza; la Escuela Normal de Maestros; la Secretaría de Recursos Hidráulicos; la Torre de Rectoría de Ciudad Universitaria de la UNAM; el Plan Maestro de Ciudad Universitaria; el Aeropuerto de Acapulco; el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco; así como la Torre Insignia que, con una altura de 127 metros y 25 pisos, se erigió como el segundo edificio más alto de México, sólo superado por la Torre Latinoamericana; por mencionar solo algunas.
Además, a lo largo de su trayectoria, Mario Pani fue fundador del Colegio de Arquitectos de México (1946), miembro del jurado internacional de la Bienal de Sao Paulo (1951) y profesor de composición en la Escuela Nacional de Arquitectura (hoy Facultad de Arquitectura). En 1986 obtuvo el Premio Nacional de las Artes; y fue galardonado en 1984 por la Academia Nacional de Arquitectura.