La asociación de ciudades, países y empresas busca dar cumplimiento al Acuerdo de París de Cambio Climático al reducir totalmente las emisiones hacia 2050
La ciudad de Leipzig, Alemania, fue testigo del lanzamiento de la Alianza de Descarbonización de los Transportes (TDA, por sus siglas en inglés), una plataforma que reúne a países, ciudades y empresas en un esfuerzo para impactar de forma positiva en el ambiente.
La iniciativa, que será presidida en el primer año por José Mendes, Secretario de Estado Adjunto y del Ambiente de Portugal, integra además a otros cinco países: Costa Rica, Finlandia, Francia, Luxemburgo y Países Bajos. Cinco ciudades forman parte de este proyecto: Róterdam, Lisboa, Oporto, Vila Nova de Gaia y Matosinhos; están acompañada por seis empresas internacionales: Alstom, Ceiia, EDP, ITAIPU, Binacional, Michelin y PTV. Sin embargo, el objetivo es que en los meses siguientes la Alianza integre a nuevos actores de todo el mundo.
El objetivo central de esta asociación es cumplir el Acuerdo de París sobre Cambio Climático para crear condiciones de reducción total de las emisiones de carbono por parte del sector transporte hacia el año 2050. El concejal de Movilidad y Seguridad de la capital portuguesa, Miguel Gaspar, afirmó: “Esta iniciativa refuerza el empeño de Lisboa para acelerar la descarbonización del transporte y la importancia de la colaboración entre gobiernos, ciudades y empresas en este plan”.
La Alianza tiene en la mira todos los tipos de transporte de pasajeros y de carga; incluye también los ramos terrestre, aéreo y marítimo. Se trata de una iniciativa pionera, pues conjunta por primera vez a los actores principales del sector en un compromiso de trabajo conjunto para acelerar las transformaciones del área frente al futuro.
Lisboa, una de las principales organizadoras de la iniciativa, participó gracias a la votación unánime de sus órganos municipales. Para Gaspar, la unanimidad expresa el compromiso de la ciudad en el tema ambiental y urbano. “Las ciudades están cada vez más expuestas a las consecuencias ambientales del sector del transporte, y por eso es necesario repensar la forma en que cambiamos y cómo desarrollamos las actividades económicas”, concluyó el representante luso.