Habrá quien diga que hay poco por cambiar en el sector inmobiliario, que todo se reduce a entender la demanda y generar la oferta que le pueda satisfacer… Que es el mismo viejo negocio de ladrillos de siempre…
Y sí… Pero no…
Los fundamentales pudieran ser los mismos, pero la esencia misma de la actividad debe cambiar, si es que se pretende que esté a la altura de los enormes retos que debe asumir como parte de los procesos sociales, económicos, urbanos, ambientales y tecnológicos, en que se desarrolla.
El membrete puede ser el mismo… Pero la esencia, y sobre todo las circunstancias, sí que han cambiado…
Lo primero que habría que asumir es la inobjetable función social que debe cumplir el sector inmobiliario; debe ser una actividad puesta al servicio de atender las complejas necesidades de la gente, desarrollando inmuebles, barrios y ciudades, que multipliquen calidades de vida y todo tipo de oportunidades.
Es simple; el sector inmobiliario debe estar al servicio de la gente y no caer en el error de entenderla como el insumo que le permite tener demanda para colocar sus productos.
Y es a partir de mimetizar ese cambio de paradigma, de hacerlo suyo, y real, que el sector inmobiliario debe sumar voluntades y esfuerzos con los gobiernos y con la sociedad, para entender las necesidades del mercado y sus realidades, modificar para bien esas realidades y generar todo tipo de activos inmobiliarios que en su conjunto generen ciudades eficientes, justas, equitativas y solidarias, que ofrezcan todo tipo de oportunidades a TODOS sus habitantes; A TODOS, como bien dice la Política Nacional de Vivienda (que en ese punto sí que coincido), sin dejar a nadie atrás y a nadie afuera.
Y esto implica transformar la Política Pública para lograr incidir en la Política del Suelo y generar las infraestructuras necesarias; implica un proceso a fondo de transparencia y simplificación administrativa relacionada con los procesos inmobiliarios; implica cambiar la forma de diseñar y construir viviendas, conjuntos habitacionales y barrios, así como construir más eficientes vínculos de ellos con sus ciudades.
Hay que invertir en transporte público y desarrollar e implementar políticas metropolitanas.
Hay que transformar los procesos y materiales de construcción para hacerlos cada vez menos contaminantes.
Hay que desarrollar una nueva generación de créditos y subsidios para vivienda, capaces de atender las diferentes necesidades y capacidades de todos los segmentos de población, y vincularlos a nuevas fuentes de fondeo y a las nuevas tecnologías.
El reto del sector inmobiliario es reconocerse como parte de un sistema integral que debe ir mucho más allá de solo construir y entregar los inmuebles y entendiendo siempre su papel sobre la base de escenarios de largo plazo.
Se trata de hacer lo de siempre… Pero hacerlo totalmente diferente…
CENTRO URBANO Y EL HERALDO
Iniciamos una nueva sección en el programa de radio: México, Potencia Económica, que conduce Carlos Mota.
Se llama Balance Inmobiliario y es la primera entrega de la alianza entre El Heraldo de México y Centro Urbano.
Nos escuchamos todos los martes a las 5:00pm, por Heraldo Radio, 98.5FM para la Ciudad de México y 100.3FM para Guadalajara.
CENTRO URBANO TV
Cerramos la Cuarta Temporada de la única serie de televisión que habla de estos temas en la televisión mexicana: Vivienda y Ciudad, un programa de Centro Urbano, que tengo el privilegio de conducir.
Pero en tanto regresamos para la Quinta Temporada, en el mismo canal, día y horario, estaremos reviviendo los mejores momentos de la que recién terminó… Ya saben, 14:30 por Efekto TV; ¡No se lo pierdan!
Vamos al aire por canales 234 de SKY, 163 de TotalPlay, 125 de IZZi, y 159 de Mega Cable. Se transmite además en línea por www.efecto.tv.
Y para ver nuestros contenidos digitales a la hora que quieran, tírense de clavado a https://centrourbano.com o a https://www.youtube.com/channel/UCzUVKxogV-3-ZZ40plp5W8g , el canal de YouTube de Centro Urbano.