El Tren Maya es un proyecto de desarrollo regional y social; un proceso de justicia histórica con la región más olvidada por el Gobierno, aseguró Alejandro Varela, del Fonatur
La Comisión de Infraestructura de la Cámara de Diputados realizó una reunión de trabajo con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur); a fin de conocer el avance e integración del proyecto del Tren Maya.
En dicha reunión, la vicepresidenta de la Mesa Directiva, Dolores Padierna Luna, destacó que el Tren Maya se considera como una de las principales inversiones públicas; pues implica la detonación del turismo, tiene una cadena de valor hacia otras áreas productivas e impulsa a hoteles y restaurantes.
“Lo que vimos en el trayecto de varios municipios al recorrer la vía del Tren Maya es que hay una población muy humilde, pobre, abandonada y este transporte podría detonar el desarrollo en lugar de estar viviendo como están hoy, podrían mejorarse sus niveles de vida”, dijo.
De igual manera, la diputada Manuela del Carmen Obrador Narváez estuvo de acuerdo en que el proyecto es, para algunas comunidades, una opción importante para mejorar la calidad de vida de sus familias. Además de que fomentará la creación de empleos, proyectará la cultura de las comunidades originarias, impulsará el turismo y facilitará el traslado de productos.
Por su parte, el diputado Ricardo Francisco Exsome Zapata, presidente de la Comisión de Infraestructura, señaló que la falta de planeación y visión de largo plazo le ha costado al país; por ello, se requiere que el poco dinero que se tiene sea utilizado de la mejor manera.
“Nosotros representamos a la población, somos los que autorizamos el presupuesto y no queremos equivocarnos; por eso necesitamos que este proyecto esté lo mejor planeado”, expresó.
Finalmente, Alejandro Varela Arellano, director jurídico del Fonatur, explicó que el Tren Maya está dividido en siete tramos: dos de selva, dos del Caribe y tres del Golfo. “Este es un proyecto de desarrollo regional y social, no es una vía ferroviaria; es un proceso de justicia histórica con la región con menos trascendencia económica y más olvido del gasto federal del último siglo”.
Agregó que dicho proyecto tiene tres objetivos principales: el transporte de pasajeros, que va enfocado directamente al beneficio de las comunidades; el turístico, que son las zonas activas; y el impacto en las economías regionales y locales a través del modelo de carga.
“El Tren Maya no es un capricho, como muchos dicen. Es un estudio de 250 ciudades en condiciones emergentes de economía; un estudio mundial donde tenemos la certeza que el mayor generador de prosperidad es la infraestructura y conectividad”, concluyó.