Esta obra fue diseñada en su mayoría por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez
El día de ayer la Nueva Basílica de Guadalupe celebró 40 años de ser uno de los edificios más llamativos y representativos, tanto a nivel histórico como arquitectónico, de todo México.
Este recinto está envuelto por una arquitectura icónica planeada y proyectada en su mayoría por el arquitecto Pedro Ramírez Vásquez, ocupando un área de 10,000 metros cuadrados.
Fue construida cuando se tuvo la necesidad de albergar a la imagen de la Virgen de Guadalupe y permitir el acceso de una mayor cantidad de peregrinos, debido a que la inestabilidad del antiguo templo lo había vuelto peligroso para su uso.
El edifico cuenta con una planta de forma circular de 100 metros de diámetro; además, fue construido con hormigón armado para la estructura de la cubierta, y con láminas de cobre para su recubrimiento, las que al estar oxidadas le otorgan el característico color verde.
La cubierta da la idea de una gran carpa, lo que recuerda la tienda que usaban los judíos en su peregrinar por el desierto y es, a su vez, símbolo del manto de la Virgen, que protege a quien la visita.