Leopoldo Hirschhorn destacó la dificultad de producir vivienda económica en las zonas céntricas de la metrópoli
Durante la presentación de Liga Inmobiliaria, el primer Think Tank inmobiliario del país, expertos coincidieron en que el sector inmobiliario se enfrenta a grandes retos para atender la demanda habitacional y dinamizar la economía nacional.
En su intervención, Jesús Orozco de la Fuente, director general de Tinsa México, destacó que este 2025 estará marcado por una alta volatilidad, y mencionó los puntos que serán clave para el segmento residencial:
- Estabilidad en la reposición del stock habitacional, aunque con una ligera ralentización en zonas como Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Tijuana y Mérida.
- El riesgo de una posible recesión, lo cual podría impactar el ánimo de los consumidores a tomar créditos hipotecarios.
- La creciente importancia del ESG (criterios ambientales, sociales y de gobernanza). Menos del 5% de los hogares en México cumplen con estos estándares actualmente, por lo que es crucial el impulso de hipotecas verdes.
- El papel del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), que busca reconvertirse en un organismo constructor y arrendador para atacar el déficit habitacional de 9 millones de viviendas.
- El riesgo de una imposición arancelaria, particularmente en la importación de acero, que podría encarecer el costo de la vivienda.
Por su parte, Leopoldo Hirschhorn, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) Valle de México, enfatizó la dificultad de producir vivienda económica en las zonas céntricas de la metrópoli.
Señaló que, mientras hubo 25,000 matrimonios en la capital durante 2024, solo se escrituraron unas 3,500 viviendas debido a los altos precios, pues, actualmente, la vivienda más económica cuesta alrededor de 1.5 millones de pesos, cuando el ingreso promedio es de 19,000 pesos mensuales.
En ese sentido, Hirschhorn expuso los ejes que están guiando los esfuerzos del sector:
- Vivienda accesible para adultos mayores y personas con discapacidad.
- Vivienda asequible para los sectores de menores ingresos.
- Vivienda sustentable, para frenar el crecimiento en zonas irregulares.
- Vivienda en comunidad, con proyectos que se integren a las zonas existentes y fomenten la cohesión social.
Asimismo, ambos expertos coincidieron en que la industria de la vivienda no solo es estratégica por su impacto social, sino también por su capacidad de generar empleo local y dinamizar el mercado interno, en un contexto económico que podría verse afectado por factores internacionales y una posible desaceleración.