Ayer se anunció que el inicio de construcción de nuevas viviendas en Estados Unidos cayó 3% durante el 2022, para ubicar el indicador en su nivel más bajo desde el 2009.
El reporte presentado ayer era uno de los más esperados en tanto ha sido históricamente referente obligado para medir el desempeño de la economía estadounidense.
De acuerdo con los especialistas, la caída tuvo entre sus principales causas un deterioro de la demanda resultado de las alzas en las tasas de interés de los créditos hipotecarios, aunado a un proceso inflacionario que impacto en la demanda y en los costos de construcción, y que, entre otras cosas, freno muchos proyectos que habrían de desarrollarse en vertical.
El reporte señala que durante el 2022 se inició la construcción de cerca de 1 millón de nuevas viviendas unifamiliares, lo que representó un retroceso de 10,6% respecto al año anterior, y la mayor caída en este indicador desde el 2009.
Destaca en el informe, que las solicitudes de permisos de construcción de nuevas viviendas también cayeron el año pasado, retrocediendo 1,6%, para alcanzar una cifra anualizada de 1,33 millones de unidades, la menor desde el 2020.
Llama la atención que durante el pasado diciembre los permisos para construcción de viviendas unifamiliares cayeron 6,5%, alcanzando así el nivel más bajo desde los primeros meses de la pandemia.
