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¿Regresarán algún día las grandes inversiones inmobiliarias?

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Se fueron asustadas. ¿Regresarán algún día las grandes inversiones inmobiliarias que han abandonado el país? ¿Qué hay que hacer para que eso pase?

Por Horacio Urbano.*

Hace unos días, un muy buen economista mexicano trataba de explicar las razones del gran momento que vive el peso mexicano. Y lo hacia en un ejercicio encaminado a trazar perspectivas 2023 tanto para nuestra economía, como para el sector inmobiliario.

Habló de factores internos y externos, pero acabó reconociendo que no acababa de entender qué carajos era lo que le confería sus superpoderes al Super Peso.

Porque es evidente que los sectores productivos están golpeados (algunos más que otros), que la inflación ha pegado y sigue pegando, y que la confianza es un bien más bien escaso.

Pero en medio de esto hay que reconocer que la economía mexicana es un muerto que goza de muy razonable salud.

Los índices de empleo se defienden, la gente sigue comprando y, y este es un “Y” muy importante; las llaves del crédito no solo siguen abiertas, sino que siguen abiertas y bajo condiciones que lo hacen disponible, seguro y con un costo aceptable.

Inversiones inmobiliarias

Y sin embargo, pese a que los sectores productivos han hecho milagros para sobrevivir una pandemia, la desaceleración de las economías -locales y global-, una guerra y una espiral inflacionaria que esta empobreciendo al mundo, poco pueden hacer si los entornos en que se desenvuelven limitan su viabilidad futura y son verdaderos espantapájaros de inversiones.

Porque el hecho es que en los diferentes sectores productivos, sin excepciones, hay segmentos que lucen particularmente complicados, porque llevan años en crisis provocadas por voluntades políticas y debilidades normativas.

Y ese es el caso del sector inmobiliario, del que aún reconociendo las diferencias de desempeño conforme a segmento, región, plaza, ubicación específica y características de cada mercado y cada producto, hay que decir que vive momentos difíciles, que han provocado la fuga masiva de enormes capitales.

Cómprate un perro

Porque los capitales siempre han sido volubles, y, como alguna ve me dijo con un tequila en la mano mi querido amigo, Luis Enrique Mercado, fundador del periódico El Económista, a quien mucho le aprendí,y le sigo aprendiendo: “a muchos analistas les gusta hablar de los “capitales golondrinos”, pero eso es hacerle al güey, porque en el fondo, todos los capitales son golondrinos, porque les gusta llegar a destinos rentables y seguros, pero los abandonan sin titubear apenas ven caer esa seguridad o encuentran nuevos destinos que les brindan mejores rendimientos y, sobre todo, mayor seguridad”.

“Si quieres fidelidad, cómprate un perro”.

Sin sorpresas ni tirarse al suelo, porque como diría el Piojo Herrera, “sin Yolanda, Maricarmen”… Esa es la naturaleza de la lana…

Y el hecho es que desde antes de la pandemia, los grandes capitales del sector inmobiliario sintieron amenazadas su rentabilidad y su seguridad, y levantaron el vuelo en busca de nuevos destinos… O aminoraron la marcha y bajaron sus expectativas en el mercado inmobiliario mexicano.

Se fueron asustadas

Y no hay forma de culparlos, cómo hacerlo cuando en mercados tan importantes como el de la Ciudad de México, las autoridades se han cansado de mandar señales que hacen más que evidente su rechazo al sector inmobiliario.

Y esto es una pena, porque la transformación urbana, y las competitividades económica y social, requieren muchos proyectos inmobiliarios… Proyectos inmobiliarios de todo tipo… Y esos proyectos generan empleos y deberán ser puentes que nos conduzcan a un futuro planeado.

Ni modo. Se fueron asustadas. ¿Regresarán algún día las grandes inversiones inmobiliarias que han abandonado el país? ¿Qué hay que hacer para que eso pase?

Porque no se trata solo de pretender recuperar esas inversiones, porque ese proceso, que no es ni fácil, ni rápido, inicia con las complejidades implícitas en los procesos de recuperar la confianza y el atractivo como destino de inversión.

Habría que preguntar a dónde se fueron los miles de millones de dólares que estaban destinados a financiar centros comerciales, complejos corporativos, activos turísticos, parques industriales y viviendas.

Auditoría de prejuicios

¿A dónde se fueron y cuáles han sido las implicaciones de que esos proyectos no se hicieran?

Porque es obvio que la migración de la lana tiene un costo económico, pero habría que considerar también qué costos hubo en lo social, lo urbano y lo ambiental.

Claro que en muchos casos sigue bien viva la demanda que dio pie a esos proyectos y habría oportunidad de revivirlos… Solo habría que ver que tendrían que hacer para ello las autoridades y sí estarían dispuestas a hacerlo.

De entrada tendrían que hacerse una auditoría de prejuicios para diferenciar razones válidas, de inválidas, de entre aquellas en que basan su fobia al sector inmobiliario.

“Es de que hay un cartel inmobiliario en la Benito Juárez”…

Pues era simple, señoras y señores funcionarios, bastaba con sancionar a los culpables, los del sector público y los del sector privado.,. No hacía falta estigmatizar a todo un sector productivo, y menos castigar a la ciudad y sus ciudadanos poniendo el freno de mano a esta actividad, sus proyectos y sus empleos.

Necesitamos esas inversiones

Y es que visto desapasionadamente, México, sus ciudades y sus ciudadanos, necesitan esas inversiones y necesitan, sobre todo, los inmensos beneficios que, cuando las cosas se hacen bien, debe traer el sector inmobiliario.

Porque urge acelerar el ritmo de la recuperación, y urge aprovechar el momento que viven sectores como el turismo y el industrial.

Hay, por ejemplo, enormes expectativas en el famoso nearshoring… Solo que nos se nos debe olvidar que capitalizar esas expectativas implica generar entornos favorables para la inversión, y que esos entornos implican, desde luego, fortalezas urbanas e inmobiliarias que hay que construir.

Ojo… Buena parte de las grandes inversiones inmobiliarias que había en México se fueron y se siguen yendo asustadas.

¿Regresarán algún día?

Puede ser, en tanto como ya dije, los grandes capitales no tienen mayor apego a sus nidos y con gusto levantan el vuelo apenas encuentran mejores destinos de inversión.

Pero no será fácil, porque una vez aterrizamos son parte de procesos con largos ciclos de desarrollo.

¿Qué hay que hacer para que eso pase? Construir confianza…

Perspectivas 2023

Con el fin de entender el año que se nos vine encima, invitamos a un grupo de expertos a que nos dieran su opinión sobre el futuro inmediato relacionado con los sectores construcción, inmobiliario y vivienda.

Esto dio como resultado una increíble serie de columnas y charlas que estamos publicando en las diferentes plataformas de Centro Urbano y estamos circulando por nuestras redes sociales bajo el HT #CUperspectivas2023.

No se las pierdan…

 

 

 

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Horacio Urbano

Horacio Urbano es arquitecto. Su experiencia profesional se ha desarrollado en los diferentes ámbitos que definen la industria de la vivienda. En 1999 inició un proyecto editorial dirigido a los sectores inmobiliario y construcción que a lo largo de los años se ha convertido en una poderosa plataforma multimedios y en una verdadera referencia para esta industria. Fundador, junto con la también arquitecta Roxana Fabris, de Grupo Centro Urbano, firma que impulsa y desarrolla una serie de esfuerzos de comunicación relacionados con estos sectores. Como parte de su trabajo en México y el extranjero, ha escrito o participado en una serie de libros especializados, es colaborador de diferentes medios impresos y electrónicos, es activo conferencista y bajo diferentes modelos colabora también con diversas empresas e instituciones públicas y privadas del sector.


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