Uno de los segmentos inmobiliarios que mayor auge ha registrado en los años recientes es el de oficinas… Auge alimentado por la demanda de metros cuadrados y por los inmensos capitales que Fondos de Inversión y Fibras están inyectando al sector.
Uno de los segmentos inmobiliarios que mayor auge ha registrado en los años recientes es el de oficinas… Auge alimentado por la demanda de metros cuadrados y por los inmensos capitales que Fondos de Inversión y Fibras están inyectando al sector.
No hace falta decir que este boom se concentra fundamentalmente en tres ciudades, Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México. Y tampoco hace falta decir que la capital del país es en realidad el gran protagonista de este importantísimo segmento de la industria del desarrollo inmobiliario.
Así de simple, mientras el inventario de oficinas en la Ciudad de México supera ya los 11.4 millones de metros cuadrados, en Monterrey alcanza apenas 1.5 millones…
Digámoslo con claridad; se hacen oficinas en la Ciudad de México… Lo demás es chiquitito…
Y ya hablando del desarrollo de proyectos inmobiliarios de oficinas en la capital azteca, muchos de ellos como parte de enormes complejos de usos mixtos, hay que destacar que la mayor parte de se concentra en tres grandes corredores; Santa Fe, Reforma e Insurgentes.
Pero este mercado está a punto de ponerse en pausa…
No hay que darle vueltas; el mercado se va a atorar porque se juntarán los efectos de la desaceleración de la economía, que frenará la demanda de espacios para oficinas, con un volumen muy importante de metros cuadrados que se agregó al inventario en los años recientes, lo que en conjunto, provocará una caída tanto en ritmo de absorción, como en tendencia a la alza de los precios de renta.
Y atención, porque a esto habrá que agregar el efecto que habrán de tener los miles de metros cuadrados de edificios de oficinas que en este momento se están desarrollando.
Es simple; al menos de aquí al 2019 veremos caer absorción y precios de renta, lo que provocará un frenón en proyectos en proceso, que muy probablemente ajustarán sus programas de obra para intentar que su terminación coincida con el momento en que el mercado haya absorbido inventarios y acumulado nueva demanda.
