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Ciudad de cuidados

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Por: Carmen Contreras

Distintos sectores de la sociedad contribuimos a la discusión sobre el Sistema Nacional de Cuidados en México desde estas vertientes: 1. Impulso legislativo para las reformas a los artículos 4 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y que se reconozcan los cuidados como un derecho. 2. Coordinación de política fiscal para definir recursos e identificar los programas públicos asociados a los cuidados. 3. Desarrollo de insumos para la definición de las políticas públicas de cuidados con perspectiva de género que considere la diversidad territorial del país.

De acuerdo al Centro de Estudios Espinosa Yglesias, uno de los componentes del Sistema Nacional de Cuidados es:  “ii) proveer de más y mejores servicios de cuidados, accesibles dentro y fuera del hogar.” (CCEY, 2022) Pero, ¿qué significa “más y mejor”? ¿Quiénes definen cuáles son esos servicios indispensables para los cuidados? ¿Cómo podría saberse si son accesibles o no en una ciudad como la CDMX?

 

Desde mi participación en el Seminario de Sociología Política de los Cuidados del Instituto José María Luis Mora busco que entre los insumos para diseñar políticas públicas haya un marco y una metodología para identificar la forma en que las mujeres cuidadoras en la CDMX definen a los cuidados en distintos contextos urbanos, cómo se distribuyen estos en los hogares, en la vivienda y en el espacio público. Esto permitirá identificar los servicios e infraestructuras urbanas necesarios para los cuidados desde la diversidad de los hogares, así como su distribución territorial y proponer mecanismos de corresponsabilidad entre actores públicos y privados para su financiamiento sostenible. Esta es una metodología que en términos de política pública se denomina “diseño desde abajo”, en este caso, de una “ciudad de cuidados”.

El primer paso en este camino fue llegar a una “multidefinición” de los cuidados. No solo son un trabajo que genera el 26% del PIB nacional. También implican un comportamiento ético hacia otras personas, aunque sean desconocidas y que a diario ocupan la plaza pública junto a nosotros. De igual manera, forman parte de los vínculos comunitarios-familiares que a su vez generan ciudadanía activa. Por ejemplo, la demanda ciudadana por un mejor arbolado en mi colonia parte de las mujeres que buscan un mejor entorno para sus hijos, nietos e incluso para sus mascotas.

Los cuidados son un derecho porque toda persona, sin importar su edad, su clase social, su género, si vive sola en una casa propia o rentada, requiere ser cuidada y tener con qué cuidar a otros para una vida digna. Finalmente, los cuidados son un problema público susceptible de ser abordado a través de la planeación urbana en la CDMX, ya que esta es un instrumento para incidir en la distribución equitativa de los cuidados en el territorio ya que  no es lo mismo cuidar en la Alcaldía Benito Juárez que en la Alcaldía Milpa Alta. Asimismo, una mejor distribución de los servicios e infraestructuras que necesitamos para cuidar contribuye a que el reparto de las tareas que procuran bienestar como alimentar, curar, educar, mantener la salud, etc. sea más equitativo en los hogares.

En la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en China en 1995, dichos movimientos feministas colocaron en la Plataforma de Acción de Beijing la perspectiva de género “en todos las corrientes principales de decisión en las acciones de los Estados” y esto influyó para cambiar la forma en la que se veía la planeación de las ciudades en América Latina. (INMUJERES, 2023). Desde entonces, pensar la ciudad desde la perspectiva de género implica acercarnos a la estructura espacial de las ciudades y su articulación en un orden de género, con mandatos sociales, económicos, culturales, políticos e ideológicos en el cual ha predominado la visión masculina desde el diseño de la vivienda y la calle, hasta las decisiones de los grupos políticos y empresariales sobre los recursos naturales. Es decir, la ciudad ha sido para “el hombre universal”. (Boccia, T., 2002) y bajo esta restricción conceptual, los cuidados simplemente no existen en la planeación urbana. Pensar la ciudad desde la perspectiva de género lleva a re-configurar un orden injusto a través de la re-distribución de las tareas necesarias para la re-producción de la vida en la ciudad entre mujeres y hombres, entre la diversidad de los hogares y del territorio.

Las tareas relacionadas a la crianza, la alimentación, la salud, la educación, la producción y mantenimiento de la vivienda sostienen la vida en las ciudades pero no se incluyen en el proceso de planeación porque se les considera propios del “espacio doméstico”, a menos que usemos las gafas del género. Es entonces que nos percatamos de su importancia en la definición de las políticas públicas.  Por ejemplo, ¿la ciudad se vive igual para quienes cuidan niños?, ¿qué pasará en el 2030 cuando la proporción de mujeres adultas mayores sea de 45 por cada 100 menores de edad?, ¿estamos haciendo prospectiva de las ciudades pensando en esto?

Aunque el Sistema Nacional de Cuidados en México tiene contemplado mecanismos de coordinación entre niveles de gobierno; las diferentes estructuras organizacionales, operativas y de capacidades institucionales entre los gobiernos municipales, estatales y federal, auguran que será otro elefante blanco con una pata amarrada en la gestión gubernamental. ¿Por qué no empezar a definir los cuidados como un problema público desde abajo? O sea, desde lo local, desde las alcaldías. Para el caso de la CDMX, podemos articular un sistema de cuidados si empezamos por conocer cómo se llevan a cabo en el territorio, porque el territorio no solo es una ubicación geográfica, es habitar con calidad de vida.

En la Ciudad de México la distribución de los equipamientos, las infraestructuras urbanas y los servicios para los cuidados en el espacio urbano es inequitativa, tanto como lo es la distribución en los hogares de las cargas de trabajo entre mujeres y hombres. Dos terceras partes de las personas cuidadoras de bebés, niñas, niños, adolescentes, adultos mayores y personas con alguna discapacidad son mujeres. De estas, 33.28 % cuidan a una solo población de las mencionadas: las y los niños de 0-6 años. 66.72% atiende a dos o mas poblaciones. Entre alcaldías de la CDMX también hay disparidades en la feminización de las tareas de cuidado en la casa. Iztapalapa y Milpa Alta son las alcaldías en donde se presentan los porcentajes más altos de cuidados que recaen en las mujeres con 66.71 y 64.7 % de mujeres que cuidan a dos o más grupos poblacionales respectivamente. (CGES, 2021).

A su vez, cada alcaldía tiene una realidad propia en la distribución del trabajo de cuidados en los hogares y en los servicios e infraestructuras para los cuidados. Por ejemplo, en la Alcaldía Azcapotzalco los hogares encabezados por mujeres representan un 39% del total, sin embargo hay un 27.2% de mujeres que no están afiliadas a ninguno de los sistemas de seguridad social que ofrece el Estado. Por cada 100 personas hay 41 que dependen del cuidado de otros y, de acuerdo al INEGI, el 65% de las personas que cuidan en los hogares son mujeres. El 16% de las personas que requieren cuidados diarios corresponde a adultos y adultas mayores y un 25% a niños y niñas de 0-14 años. Azcapotzalco ocupa el tercer lugar con mayor porcentaje de personas adultas mayores  (12.7%) después de Cuauhtémoc y Benito Juárez.

A pesar de esta configuración poblacional, Azcapotzalco solo tiene un 21.70% de suelo para equipamiento urbano (escuelas, hospitales, bancos, mercados, etc.) y un 32.85%; de suelo habitacional. Cuenta con tres centros comunitarios para personas adultas mayores administradas por el gobierno local. La cobertura en infraestructura y servicios para los cuidados de estas poblaciones es dispersa y no se asoma un instrumento de planeación que apunte a re-configurar el territorio para tener estos servicios armonizados con el desarrollo habitacional potenciado por instrumentos “nuevos” como el Programa Parcial de Desarrollo Urbano Vallejo 2020-2050. (G.O.CDMX. 24/03/2021. No. 561 bis.)

 

En este momento me encuentro realizando estas definiciones junto con las personas que cuidan y son cuidadas en distintos territorios de la CDMX a través de las siguientes preguntas. ¿Cuáles son los servicios, infraestructuras y equipamientos que facilitan los cuidados desde sus experiencias? ¿Quiénes tienen acceso a los servicios, infraestructuras y equipamientos para los cuidados? ¿Qué calidad tienen dichos servicios, infraestructuras y equipamientos en sus alcaldías?

Con la información estadística disponible es posible identificar cómo se distribuyen entre las poblaciones y en el territorio de la ciudad algunos de estos servicios, infraestructuras y equipamientos que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la CDMX clasifica como “infraestructura social”: escuelas, hospitales, centros comunitarios, deportivos, entre otros. No obstante, esta información es relevante solo si contesta a otra pregunta: ¿Corresponden a las necesidades de las personas que cuidan y son cuidadas? Para contestarla es necesario tomar en cuenta las experiencias de sus usuarios y usuarias, además de las estadísticas.

 

Por último, la definición de los cuidados como un problema público y objeto de la planeación urbana requiere perfilar de manera cuantitativa y cualitativa cuáles son los servicios, infraestructuras y equipamientos para los cuidados a partir de los siguientes criterios:

  1. Cercanía a la vivienda o proximidad en el territorio.
  2. Accesibilidad financiera y espacial.
  3. Diversidad e inclusión de poblaciones por variables como la edad o la condición por discapacidad.

En estos criterios el tiempo debe considerarse como un recurso cuya distribución es desigual dentro y fuera del hogar, en razón del género y sus mandatos sociales para las mujeres. Esto es parte de la configuración del territorio. Por ejemplo, ¿qué tan lejos nos quedan los servicios de salud o la escuela? Lo que necesitamos para cuidar, ¿está cerca o lejos de donde vivimos y bajo qué condiciones nos trasladamos a esos lugares? ¿Esos traslados son iguales para hombres y mujeres?

Construir estas definiciones servirá para que instrumentos como el Programa de Ordenamiento Territorial de la capital y sus zonificaciones por usos de suelo y áreas de servicios ambientales se relacionen con la cantidad, calidad y financiamiento de los servicios, equipamientos e infraestructuras para los cuidados. En esta normativa jurídico-administrativa que se aplicará para los próximos 20 años al desarrollo urbano y territorial de la capital, el Estado tiene el papel de de organizar la estructura urbana de la CDMX en la cual la infraestructura, los servicios y los equipamientos para los cuidados tendrán que ser sostenibles y sustentables. Este planteamiento es útil en la construcción del Sistema Nacional de Cuidados diseñado desde el Gobierno Federal y en el Congreso de la Unión porque va dirigido a pensar en un mecanismo fiscal-recaudatorio que integre esfuerzos públicos y privados para reconocer, redistribuir y revalorizar el trabajo de cuidados considerando las diferencias regionales y territoriales del país, así como sus dinámicas de urbanización.

 

Bibliografía

CCEY (2022). El Sistema Nacional de Cuidados en cinco puntos. En: https://ceey.org.mx/el-sistema-nacional-de-cuidados-en-5-puntos/

INMUJERES (2023).  https://campusgenero.inmujeres.gob.mx/glosario/terminos/perspectiva-de-genero#:~:text=En%201995%20como%20resultado%20de,en%20las%20acciones%20de%20los

Boccia, T. (2002). El tiempo y el espacio de las ciudades: La experiencia italiana. Università degli studi di Napoli Federico II. Dipartimento di Urbanistica. Conferencia en el Segundo Seminario Internacional sobre Género y Urbanismo. Infraestructuras para la Vida Cotidiana.

CGES. (2021). Women´s Economic Empowerment and Care Systems. Centro Global de Excelencia en Estadísticas de Género, “Empoderamiento económico de las mujeres y sistemas de atención: un marco de conocimiento geoespacial.” ONU, consultado el 26 de marzo de 2022, http://www.cegsunwomenrepository.com/items/show/59 

G.O.CDMX. 24/03/2021. No. 561 bis. Programa Parcial de Desarrollo Urbano Vallejo 2020-2050. En: https://www.seduvi.cdmx.gob.mx/storage/app/uploads/public/605/e4b/715/605e4b715765f135152794.pdf

 

*Carmen Contreras

Directora de Perspectivas de IG y Consultora en Desarrollo Urbano con Perspectiva de Género

@Utopia_Urbana

 

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