Se estima que el crecimiento de la vivienda residencial alcanzará un crecimiento anual compuesto del 4.8% entre 2024 y 2032
El aumento de la popularidad del trabajo desde casa ha provocado el dinamismo la vivienda residencial, por lo que el mercado se posiciona como una opción confiable en este 2024.
En ese sentido, Consorcio Inmobiliario Zero estima que, durante este año, la vivienda residencial presente un crecimiento del 1.79%, alcanzando así los 567,000 millones de pesos (mdp). De modo que, entre el 2024 y el 2032, alcanzará un crecimiento anual compuesto del 4.8%, llegando a los 52,026 millones de dólares (mdd).
Acerca de la demanda de la vivienda, la desarrolladora señaló que el mercado se encuentra en la adaptación a los trabajadores remotos, pues este segmento de público busca establecerse en espacios con áreas recreativas y asegurando cobertura técnica.
Dicho segmento es compuesto, principalmente por jóvenes menores de 30 años quienes representan el 55% de la población. Los jóvenes trabajadores se han enfocado en buscar vivienda, que además de contar con diversas amenidades, se encuentren en entornos propicios para el trabajo remoto.
Por ello, el Consorcio Inmobiliario Zero considera que una ventaja de la vivienda residencial es ubicarse en sitos atractivos, por lo que considera como opción viable establecerse en pueblos mágicos, pues ofrecen atractivo cultural, potencial turístico y la posibilidad de ingresos a través del alquiler turístico. Además de que en estos pueblos se asegura contar con un ambiente tranquilo y estilo de vida relajado, lejos del bullicio y estrés de vivir en grandes ciudades.
Al respecto, la empresa señaló que, trabajando en dicha recomendación, ha trabajado en la expansión de desarrollos de lujo en Metepec, Estado de México. El Consorcio señaló que la región ha impulsado la plusvalía de las viviendas, esto a través de proyectos como la llegada del Tren Interurbano que ha generado desarrollo económico regional, empleo e inversiones.
Además de que proyectos de transporte como este, mejoran la accesibilidad y calidad de vida en las zonas circundantes, convirtiéndolas en opciones atractivas para inversores inmobiliarios y para los trabajadores remotos.