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Analizan retos de la vivienda digna

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Debido a que la vivienda que se ha construido de manera familiar alcanza los 20 millones, especialistas en materia aseguran que se tiene que trabajar en una política de densificación y confluencia urbana 

 

Con la participación destacada de especialistas, abogados, legisladores, arquitectos, desarrolladores, Gobierno Federal y organizaciones, se realizó el Segundo Foro “Mitos y Realidades de la Vivienda Digna”, en las instalaciones de la Escuela Nacional de Derecho en la Calle, donde se contó con la presencia del vicerrector José Manuel Villalpando, quién dio la bienvenida a los asistentes.

Dentro del panel “El Mandato Constitucional de la Vivienda Digna”, Paulina Campos, presidenta de Fundación Hogares, se pronunció por la construcción de comunidades más participativas, autogestivas y organizativas para dar cauce a la dignidad en la vivienda y la integración social.

“En la Fundación Hogares se han impulsado 450 millones de horas de participación social y lo que hemos descubierto es que hay trabajar con vecinos para que se conviertan en aliados y hacer autogestión, al tiempo de impulsar la labor en tiempos compartidos en pro del bien comunitario, ya que los proyectos que son sostenibles tienden a afianzarse con el tiempo”, aseveró.

La senadora María Elena Barrera, presidente de la Comisión de Vivienda, compartió parte de su experiencia como legisladora y munícipe en Toluca, en el Estado de México, donde enfrentó una problemática en la que 60 por ciento de la población aún no cuenta con acceso a la vivienda con dignidad.

Por su parte, Gerardo Cortés, presidente del Patronato de la Fundación Hogares y secretario general del Gremio de Harineros y Panaderos, dijo que se tiene que atender una gran problemática porque todavía hay mil millones de personas que no cuentan con vivienda.

Señaló que se tiene que vencer la apatía para poder vivir en comunidad y que en una vivienda social hay sueños que se incuban a lo largo de la vida, en tanto que las políticas de vivienda deben hacerse pensando en cómo hacer más amplia la vivienda que se construye actualmente.

Importancia de la producción familiar

En su participación, Ernesto Alva, arquitecto y catedrático de la UNAM,  dijo que el término “digna” dentro del texto en la Constitución Mexicana no se contempla y manifestó que al hacer una tipología de las viviendas se tienen que contemplar dos tipos: la que hace el Estado a través de sus Organismos Nacionales de Vivienda y el Infonavit; y la que se hace de manera comunitaria o familiar.

“La vivienda de producción social la hace la gente, y tiene un uso distinto al convencional; este tipo de casa es un espacio de usos múltiples, y hay una gran cantidad de poblaciones en el país así donde también hay un interés comunitario”.

Miguel Alessio Robles, académico de la propia Escuela Libre de Derecho dijo que hay una problemática en cuanto a la regularización de las escrituras en terrenos, predios y la formalización de contratos privados.

Densidad y entorno

En la conferencia magistral, la arquitecta Sara Topelson Fridman, coordinadora general de fundación Cidoc, citó los atributos que debe tener una vivienda digna y sustentable, hacia lo cual se debe trabajar.

“Esos atributos son: la vivienda de calidad, el entorno articulado, una comunidad funcional y acabo de agregar un cuarto que es seguridad jurídica que sin duda es uno de los grandes retos”.

En los tres primeros ámbitos explicó que la vivienda debe tener habitabilidad, ecotecnologías para ser sustentable, calidad en la construcción y al final la amplitud de la vivienda, pues consideró que es más importante el entorno que el tamaño.

“El entorno debe tener conectividad, estar conectado con los centros de trabajo y de estudio, equipamientos, servicios y espacios públicos; y por otro lado debe construir comunidad que tenga cohesión, centros de reunión, que haya trabajo social”.

La arquitecta expuso que 53 por ciento de la población del país, vive en ocho estados, tenemos una gran concentración de la población en ocho estados: el Distrito Federal, Veracruz, Estado de México, Jalisco, Puebla, Guanajuato, Chiapas y Nuevo León, por lo que se deben atender los retos a nivel urbano que es donde la vivienda se inserta.

Nuevo plan y acotamiento de tiempos

Dentro del panel “Retos para el Desarrollo de la Vivienda Digna”, Pedro Valdéz Valderrama, director general Adjunto de Fomento y Desarrollo del Mercado de Vivienda de la Sociedad Hipotecaria Federal, señaló que  el tema de la vivienda digna se ha hecho esfuerzo por construirla, pero no al hacerla.

Criticó la manera en que el conflicto empezó cuando se hicieron viviendas antes de planear ciudades, y que éstas se hicieron en la periferia, lo que provocó un  agotamiento del modelo que ha desembocado en un espejismo con los números de viviendas abandonadas y la violencia relacionada a éstos.

“Hay un millón de personas viviendo con servicios provisionales y eso es un enorme pasivo; el modelo anterior de vivienda dejó tres problemas: las personas con bajos ingresos tienen ingresos vulnerables; también hay una baja plusvalía, que es el corazón del crédito hipotecario, a parte que las casas de interés social son como los carros, van perdiendo plusvalía conforme pasa el tiempo”.

Pablo García del Valle, vicepresidente de Infraestructura Educativa de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC), indicó que con la construcción de vivienda masiva se debilitaron los espacios abiertos, que es un tema importante para atender.

En cuanto a la normatividad para construir, mencionó que ésta se encuentra en un estado de saturamiento, ya que esta tramitología llega hasta 148 leyes, lo que acusó como “locura legal” para construir casas en la Ciudad de México, y pidió que se haga una nueva normatividad para poder desarrollar nuevos modelos de construcción.

Participación equitativa

En el último panel, titulado «La innovación y conocimientos: aliados para combatir el rezago habitacional», la directora general de Fundación Hogares, Paulina Campos, aseguró que solamente 14 por ciento de los mexicanos participa en algún tema de comunidad y destacó que la fundación que preside ha implementado 200 proyectos en donde involucran a vecinos.

Por su parte, Gillermo Jaime, presidente de Convives, indicó que más de la mitad de la población vive en pobreza patrimonial y más de 50 por ciento de las viviendas en el país son por auto construcción

“El costo promedio del material para autoconstruir es de 10 mil pesos por metro cuadrado, mientras que para constructores es de mil 800 a 2 mil 500 pesos”. Guillermo Jaime afirmó que solamente se puede combatir la pobreza patrimonial con trabajo conjunto entre la iniciativa privada y el sector público.

Sebastián Fernandez, director regional de Uniapravi, afirmó que en unos años ya no existirá la vivienda rural, porque actualmente dos terceras partes de la humanidad vive en ciudades y dicha tendencia seguirá.

En 2030 habrá 8 millones de habitantes que requerirán 50 por ciento más de energía, 40 por ciento más de agua y 35 por ciento más de comida”, pronosticó. Asimismo, lamentó que en México en cuestión de vivienda seguimos siendo monoproducto, por ello, recomendó que la innovación tecnológica debe aplicarse también al crédito y la vivienda.

Finalmente, las palabras de clausura corrieron a cargo de Jorge Mc Loughlin, director general del Foro, quien invitó a los asistentes a reflexionar sobre las participaciones de los ponentes en el evento.

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Redacción Centro Urbano


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