Por Tonatiuh Meaney*
La clase de box más grande del mundo
El 18 de junio, habrá en la ciudad de México un épico acto deportivo, cuando nos encontremos miles de practicantes de box en el zócalo, en la clase de boxeo, que pretende quedar documentada en Guinness, como la más grande del mundo. Si se logra, más de 30 mil personas superaremos el record que hoy ostenta Rusia desde que el 22 de julio de 2017, se dieron cita en Zhukova, 3300 personas comandadas por el legendario rey de la defensa, Floyd Mayweather.
Aunque lo heroico del asunto parezca quitarle records a la invasora Rusia, el evento marcará la pauta no solo para los boxeadores, profesionales o amateur, sino para la forma de ver la salud y el deporte en las ciudades, porque en el mismo acto en el que se anunció el gran evento, se prometió que el gobierno de la ciudad de México llegará a ser la ciudad más deportiva del mundo. Se trata de un acto sin precedente, de política pública que busca ahorrar dinero futuro que habría de ser destinado a tratar enfermedades prevenibles, gastándolo en el presente en la promoción deportiva de forma que gran parte de esas enfermedades no ocurrirán. Además se contribuye con esto en estimular la mente y la paz pública. Así, no se ve el deporte como el evento de espectadores sino de protagonistas. Devuelve a las personas el deporte, que hoy es del marketing y las corporaciones. La CDMX ha tenido especial interés en promover distintos deportes de forma masiva como parte del programa Ponte Pila, que va a las colonias con atletismo con las tradicionales carreras de distintas distancias incluyendo los maratones, ciclismo seguro, patinaje o simplemente acondicionamiento físico. Hoy promueve el box, uno de los deportes más completos y nobles de gran arraigo e identidad en nuestro país, que es cede del Consejo Mundial de Boxeo, una de las cuatro organizaciones mundiales que lo sancionan. En medio de políticas sociales y urbanas en México, que parecen haber perdido la brújula, la emoción que un evento de estos no viene sólo de lo monumental que resulta posicionar a la CDMX como la más deportiva, sino porque revoluciona la forma de ver la salud pública y los derechos de las personas, algo muy contrastante con hechos lamentables como el día en que México renunció a organizar el Mundial de Natación en 2017, por dar un ejemplo.
Deporte social y olímpico
El logro de llenar una plaza no con aficionados observadores sino con deportistas, no se alcanza de la noche a la mañana. Cuando el cambio de gobierno en favor de la llamada 4t era solo un sueño para millones de personas, hubo un proyecto en particular, del que se mucho pero desgraciadamente no puedo hablar demasiado, que buscaba rehacer el deporte en México. La idea era que en cada colonia hubiera uno o varios monitores instalados en los parques públicos. Habría las facilidades para que cualquier persona practicara una amplia gama de actividades y desde ahí, si tenía el talento para la competición pudiera brincar a lo olímpico con la ayuda del gobierno. En particular, este modelo hubiera dado un impulso impresionante al box, dado su origen popular y arraigo barrial. Es una fórmula que ha funcionado en muchos países de distintos desarrollos y modelos económicos. Si se hubiera llevado, se estarían cosechando las primeras medallas y reducciones en los índices de enfermedades metabólicas, pero la realidad a veces supera a la fantasía, y como muchas otras ideas brillantes que ocurrieron en distintas áreas del proyecto llamado 4T cuando este se gestaba, hechos muy tristes que la historia reclamará, acabaron con ellas. Pero hoy están en práctica parte de esas ideas revolucionarias.
De una ciudad aficionada a una ciudad deportiva
Aunque a veces creemos que una ciudad deportiva es una ciudad aficionada, son cosas muy diferentes. Una ciudad aficionada la podemos ver con gente alegre en un partido, pero también cuando al terminar éste, ocurren actos vandálicos y todas las actitudes antideportivas posibles. Las porras pueden lanzar sus mensajes de apoyo igual que los odios homofóbicos, y dentro del estadio, se pueden estar consumiendo cantidades de alcohol o drogas imposibles de considerar en una dieta deportista.
En cambio, en una ciudad deportiva, aunque la afición es importante, también se promueve el acceso a la actividad física, recreación y deporte, a personas de todas las posiciones económicas, actividades, condiciones de funcionalidad (discapacidad), edad (menores de edad y personas de la tercera edad). En una ciudad deportiva, se normaliza la práctica deportiva, como una actividad que es parte de nuestra condición humana. Quizá la primera ciudad deportiva fue la antigua Atenas, donde solo existían 3 deportes, la gimnasia, el atletismo y el box (pygmachia), pilares que para Platón eran parte de la educación e inseparables del conocimiento y arte. Aunque el box, entonces fue parte del origen del deporte, se fue estilizando, de practicarse con un solo guante paso a practicarse con dos, y se pasó del dogo circular que heredó el nombre de ring(anillo) al moderno cuadrilátero. En Estados Unidos, comenzó a practicarse con cierta reglas y equipamiento que luego se exportaron para dar por resultado uno de los deportes más reglamentados e institucionalizados.
Evidentemente, hoy una ciudad deportiva, acepta mucho más que esos tres deportes. Es un espacio seguro para quien viaja en bicicleta, a quien no le echarán el carro, ni se burlarán de quien corre en short, ni discriminarán a quien exhausto de un entrenamiento entra sudando al transporte público, ni acosarán a la ciclista.
Cuando se ha normalizado la actividad física y la práctica deportiva, no se considera un gasto instalar estaciones seguras para bicicleta, tanto en las terminales de transporte público como en las oficinas. Se entiende, que las personas que se mueven por propulsión a sangre, producen ahorros y beneficios no solo a ellas, sino que ahorran a la sociedad, combustible y dinero; tanto a su familia, como al estado, pues al tener una mejor salud, tendrán menores probabilidades de generar gastos médicos en el futuro. Es el cambio de paradigma de salud pública del modelo actual predominante, patogénico, al salutogénico. La lógica sanitaria, del modelo actual, funciona por la existencia de la enfermedad que detona la cadena productiva hospitalaria y farmacéutica. Se requiere que hay enfermedad, mientras que el sistema alternativo, lo necesario es que la enfermedad ocurra lo menos posible, por lo que esta se previene, entre otras formas, con el deporte, y en el las ciudades deben ser deportivas.
Las ciudades deportivas tienen acceso universal a la práctica del ejercicio y el deporte, generando ahorros futuros mediante inversiones presentes en parques, facilidades y entrenadores. Puede ser alta, pero siempre será menor al costo económico y social de la enfermedad. Adicionalmente el deporte inhibe al crimen y estimula la felicidad y productividad laboral y educativa.
Hay muchos rankings de las ciudades más deportivas del mundo y no necesariamente son consistentes entre ellos. BCW(4) construyó uno de 50 lugares, donde aparecía la ciudad de México en 50 lugar, pero en los índices 2019 y 2020 desapareció. Se construye a partir de 2 encuestas, una a medios y otra a federaciones y un análisis del territorio. Otro ranking menos fundamentado es el de Bleacherreport (1), que distingue entre las ciudades deportivas y las mejores ciudades para la afición deportiva, es decir, de quien lo practica y de quien lo sigue, pero donde curiosamente hay 24 ciudades de USA y una de Canada. Tens (3) coincide con las anteriores en Barcelona, y Melbourne, pero añade originalmente a Dublin. Hay otros como el de Forbes (5) que no tienen metodologías rigurosas. Así que definir que es una ciudad deportiva y luego, medir cual es la más deportiva, no es tarea fácil, y se debe empezar por tomar en cuenta distintos conceptos, desde que significa el deporte y sus diferencias con palabras casi análogas.
Actividad, ejercicio y deporte
La actividad tiene grandes beneficios y también distintos niveles. No toda actividad es deporte o ejercicio, pero todo deporte, tiene actividad y ejercicio. Y todo ejercicio tiene actividad. Esto es importante considerarlo cuando hablamos de ciudades deportivas, que no solo buscan establecer niveles competitivos sino recreativos y orientados a la salud.
Actividad física
La actividad física es el cambio de estado o de posición, que en términos generales genera un gasto energético. Mover el cuerpo es importante porque aunque todo movimiento genera desgaste, y por lo tanto destrucción muscular, sorprendentemente, la destrucción muscular, ocasiona la reparación y es como el músculo se fortalece y crece. Hay oficios que requieren gran actividad física y permiten que esas personas no requieran realizar ejercicio o deporte aparte: mensajería, albañilería, enseñanza en escuelas elementales, entre otras. Pero la mayoría de las personas en nuestro estado de trabajo normal, consumiremos más energía de la que gastamos con nuestra sola actividad cotidiana sino hacemos ejercicio.
Ejercicio
Aunque el ejercicio es una actividad física, esta es sistemática y puede estar orientada a cumplir una meta por si misma: perder peso, sentirse bien, regular el metabolismo como parte de un tratamiento, etc. Al cumplir con un diseño que ha sido estudiado o al menos probado por alguien, casi siempre es más eficiente en cuanto la paridad entre gasto energético y consumo, por lo que suele mantener a las personas en su peso y reportarles algunos beneficios. Completar series de gimnasia, brincar la cuerda, caminar o andar en bicicleta, caen en la categoría de ejercicio. Son actividades que no implican una competencia con otra persona, aunque permiten medirse a la misma persona con ella en otro momento. El ejercicio hace sentir bien a quien lo practica por la liberación de endorfinas que tienen a la persona es un estado transitorio de felicidad, pero en realidad, hay cambios orgánicos activados desde la estimulación muscular. Contribuye en acelerar el metabolismo y en la generación de endorfinas que pueden mantener a la persona que lo practica en un estado de felicidad
Deporte
El deporte además de implicar actividad física y ejercicio, es competitivo, y lleva implícita la idea de perfeccionamiento y compromiso con un arte y a veces hasta con una ideología. Casi siempre requiere algún nivel de trabajo en equipo y socialización. La competencia aunque sea de la misma persona que supera sus propias marcas, siempre está presente. Implica una tradición o hasta un rito. Suele ser motivo de agrupación de personas y amistad. El deporte requiere espacios, equipo, e infraestructura, ropa, enseñanza y entrenamiento, y por eso no todas las personas lo pueden practicar. las personas jóvenes lo practican lo hacen con la misma ropa que usan en la calle pero que requiere destrezas especiales y mucho tiempo de práctica, donde el cuerpo no es el fin sino el medio, para lograr hazañas en una competencia pero no cuantificada (cf Saravi, 2007). El deporte genera un universo del que la persona que lo practica se vuelve parte dándole una identidad con neutralidad política y económica, sin importar el grado en que lo practique; amateur o de alto rendimiento. El deporte perite la adhesión al ejercicio y actividad física porque no es aburrido e implica retos, por lo que la persona puede aceptar más fácilmente aceptar sacrificios a partir de una recompensa lúdica.
Beneficios del deporte
Dados los beneficios del deporte, los gobiernos buscan invertir en él. Es común que los países pasen por una lucha contra la obesidad, siguiendo distintas estrategias. Algunos como Japón, que ha logrado tener a menos del 5% de la población viviendo con obesidad, han privilegiado la educación alimenticia, obligando a las escuelas a tener profesionales en nutrición para el diseño de dietas y prohibiendo expendios de comida chatarra en las escuelas. También en lo laboral hay legislación que obliga a las empresas a monitorear un indicador tan simple como la cintura de las personas empleadas. Se promueve el ejercicio dentro de las empresas con gimnasios instalados para ello.
En Japón la estrategia dietista puede funcionar muy bien, pero que pasa en u país como México donde ya gran parte de la población tiene daños metabólicos. La sola dieta a población escolar no será suficiente. Tanto la actividad como el ejercicio muestran beneficios, pero los del deporte son aún mayores, tan sorprendentes como desconocidos por la mayor parte de la gente. Que solo sabe que el deporte “es bueno”, pero no conoce a fondo sus atributos que podrían parecer hasta mágicos. Las proteínas generadas durante el ejercicio contribuyen a la regulación adecuada de la insulina, y los procesos inflamatorios, protegiendo al organismo contra cánceres, diabetes, y enfermedades isquémicas, resistencia a la insulina, síndrome metabólico. Además reduce el estrés oxidativo mejorando la salud y alentando el envejecimiento (Petersen y Pedersen, 2005) (Sousa, 2016). Por eso controla los niveles de glucosa, a veces más que las mismas drogas orales antidiabéticas, con tan solo 150 minutos de actividad semanal (Adams, 2013). También tiene un gran impacto en el aumento del colesterol bueno, y una reducción importante en triglicéridos, y modesta en colesterol malo (Trejo, et al, 2007), resultando también en un importante protector cardiovascular por los cambios adaptativos que produce para convertirse en la piedra angular de la prevención cardiovascular (Perez, 2008). Más impresionante que el hecho de que se podrían llenar libros sobre los beneficios del ejercicio y deporte sobre la salud física es que aún así, hay gente que no está dispuesta a ejercer ese derecho.
Por si fuera poco, el deporte también tiene beneficios mentales pues estimula la cognición, el rendimiento académico, el control de la depresión y la ansiedad, teniendo como la principal hipótesis la generación de endorfinas que el deporte y actividad física producen. (Garcia et al, 2015). Aumenta considerablemente la autoestima tanto en adultos mayores (García y Troyano, 2013) y adolescentes de todas las edades, y más significativamente en hombres que mujeres (Moral et al, 2021). La autoestima elevada de las personas mejora no solo a las personas sino a las sociedades, las hace menos violentas y más humanas. Del efecto que tiene la actividad, ejercicio y deporte hay inagotable y apabullante evidencia desde siempre, tanto en la salud en general (Cordero, 2014), como en la laboral (de Calvo, 2011), en la salud mental (Becker, 1998) (Taylor et al 1985) y desordenes(Dunn et al, 2010), en el funcionamiento cognitivo (Vidarte, 2012), solo por mencionar algunos.
Pero hablando de México, los mexicanos que practican más horas de deporte semana, tiende a considerarse a si misma, feliz, como lo indica la gráfica 1, proveniente de la encuesta Nacional de Uso del Tiempo, 2019. Si la Ciudad de México, aspira a ser la más deportiva del mundo, debería empezar por ser la más deportiva del país, lo cual tiene una alta probabilidad de ocurrir, si vemos el mapa 1.
Gráfica 1 Mapa 1
Beneficios del box
Si la actividad es buena, el ejercicio y el deporte más, habrás los deportes, el box, tiene particularidades que lo hacen aun más benéfico. Puede parecer una exageración, pero cualquier persona que practique el box seriamente, podrá dar constancia de lo apasionante que es. Una actividad que requiere coraje por su exigencia pero ofrece beneficios desproporcionados a la inversión. El box es particularmente eficiente en la mejora de la salud física y mental porque combina los distintos tipos de intensidad de ejercicio: aeróbico, anaeróbico y HIT (de intervalos de alta intensidad). Por lo que en su práctica se utilizan casi todas las fibras musculares en brazos, piernas, tronco, cuello, dedos de mano y pie, ojos párpados. Exige todo tipo de movimientos ya sea en pelea o en entrenamiento: brincos, desplazamientos, patadas, estiramientos. Requiere de coordinación mental, atención, reflejos, fortalecimiento de fibras musculares mayores y menores que tonifican el tradicional cuerpo típico del boxeador y la boxeadora. En otras palabras, el box te hace más guapo (mientras no te tiren dientes), más sano y más inteligente.
Este maravilloso deporte, ofrece a quien lo practica mejoría física aunque no siempre se ha reconocido esto. Por ejemplo se cree que la práctica del box puede causar enfermedades como parkinson, porque el gran Muhamed Ali lo padeció a edad temprana, apenas se retiraba del boxeo profesional, cuando por el contrario, la práctica del box, puede ser parte importante del tratamiento de esa terrible enfermedad (Combs, et al, 2011) a tal grado que hoy existen organizaciones que mediante el box, contribuyen en el tratamiento de esta y otras enfermedades (6)(7). También se cree que todo box implica contacto, cuando en realidad existen cuatro niveles de box: profesional, amateur, de gimnasio y cardio box. Es innegable que el box profesional genera riesgos a la integridad física, se practica sin protecciones y combaten personas que lo practican varias horas al día, durante años, con entrenamientos y dietas especiales, por lo que sus puños son armas potenciales. En el amateur donde entra el olímpico, la regulación protege a los practicantes con equipo y reglas especiales. En el de gimnasio (o al aire libre) la práctica del sparring, no supone riesgos importantes pues son sesiones mucho mas cortas y protegidas por caretas y otros implementos. Finalmente el cardio box, es una versión nueva que aprovecha las técnicas boxísticas sin implicar peleas. Esto hace que lo puedan practicar con riesgos mínimos de lesiones, personas de ambos sexos, con diferentes condiciones físicas y en todas las edades. La primera pelea femenil fue desde 1874, y en olímpicos entró junto con el box masculino desde 1904. Muy adelantado en equidad de género con respecto a otros deportes, que comenzaron sus versiones femeniles tardíamente. En particular, la práctica de la llamada sombra, que es parte de todo entrenamiento boxístico, contribuye notablemente en el tratamiento de la depresión y ansiedad y control de glucosa (Zheng, 2015). Junto con una dieta boxística, el box muestra importantes efectos en la reducción de la presión arterial, glucosa y peso en tratamientos de 12 semanas (Park y Kim, 2018). Igual ocurre con el boxeo aeróbico (cardio box) (Zhang, 2012). La evidencia de los beneficios particulares que ofrece el box, es tan abundante, que casi se puede encontrar evidencia positiva para el beneficio del box para cualquier función orgánica, en casi cualquier grupo demográfico.
Otro beneficio del box, es que es, uno de los deportes menos elitistas. Aunque para el box hay todo un catálogo de aparatos para su práctica, gran parte del mismo, se puede practicar sin ellos, al aire libre o en espacios pequeños.
El box, lejos de promover la violencia como hay quien cree, es una máquina de endorfinas que hace que quienes lo practican tengan mayores probabilidades de lograr una salud óptima.
¿Y si es tan bueno la actividad, el ejercicio, el deporte y en particular el box porque casi nadie lo practica?
La práctica deportiva requiere recursos, económicos, de tiempo y además un periodo de adaptación para que lo que al principio resulta doloroso en la practica deportiva, se vuelva placentero. Al principio, cualquier pequeño detalle se puede volver pretexto para que una persona que lo practica, abandone. Se puede creer desde el echaleganismo que las personas son flojas. Pero la realidad moderna, es diferente, la gente carece de 1) tiempo que se invierte en las ciudades en traslados lejanos, 2)espacios amplios, ventilados y seguros, 3) dinero, dado que al no haber espacios se requiere de gimnasios y 4) conocimiento, pues los deportes requieren guía que muchas veces cuesta dinero. Lo anterior ha hecho que haya una transición dentro de las ciudades sobre los sitios donde se practica el deporte. Primero se podía practicar en las casas o su extensión natural que eran las calles, la peligrosidad de estas hizo que se fuera a las escuelas, y de aquí a los gimnasios. Promover el deporte desde la política pública permite regresarlo a la calle.
El papel del estado en la salud
El estado Mexicano, normalmente ha estado del otro lado, facilitando el deterioro de la salud en vez de impulsarlo. Si nos guiamos por los índices de obesidad como un indicador del funcionamiento del estado en la salud pública veremos que México no sale tan bien parado. Es falso, lo que se dice sobre que México es el país más obeso del mundo, pues antes que él están muchos países que padecen hambre, donde la obesidad resulta de alimentaciones extremas y unos cuantos países ricos (Estados Unidos, Canadá y Australia), pero de cualquier forma México no está bien ubicado. De los países seleccionados en la tabla 1, México es el país que menos dinero destinaba hace una década al deporte por persona, al mismo tiempo, es el país de la lista con mayor incidencia de obesidad. La relación entre dichas variables no es concluyente pero si indicativa.
Grafica 2. Tabla 1. Inversión en deporte por habitante.
Dado que la salud es un derecho humano, y la gran relación que hay entre salud y práctica deportiva, el estado está obligado a promover el deporte, como está obligado a defender a la población del consumo de distintos venenos, entre los cuales están las bebidas azucaradas y los productos altamente industrializados provenientes de harinas. Lejos de eso, los gobiernos, tradicionalmente ha extendido sus manos a las industrias de alimentos chatarra, llegando incluso al momento en que Coca Cola se posicionó en la cultura mexicana desde los años 80. Tuvimos un presidente que también lo fue de Coca Cola, y el siguiente firmó acuerdos con la refresquera para que esta promoviera el deporte. Es decir, que promoviera su antítesis. Y el siguiente presidente firmó con la competencia, Pepsi. Ha llegado a tal grado el acaparamiento de la cultura por las marcas que los chamulas sustituyeron el ritualístico pox por Coca Cola (Cabrera, 2019). Así, el refresco, un verdadero veneno, en vez de un enemigo a vencer de la política pública se había vuelto un amigo y hoy la difícil relación del gobierno con la industria de comida chatarra se ha vuelto un reto (cf Rodriguez et al 2104). Un Meixcano promedio toma más de 150 litros de refresco al año, pero sólo hace 1 hora y media de actividad física a la semana, justo el tiempo en pesas y cardio que habría que dedicar para eliminar un litro de refresco. Es decir, el mexicano promedio eliminará al año, solo 56 litros. La energía de los otros más de 100 litros, en cierta forma, nunca se saldrán de su cuerpo. El deporte, también lleva la cultura de beber agua en vez de azúcar. Hoy tenemos derecho a que la industria nos deje en paz y el estado se vuelva amigo del deporte.
El deporte como ahorro
El deporte, en el enfoque salutogénico, resulta ser una inversión que se paga con los ahorros del futuro destinados a gastos hospitalarios y médicos, dejando además beneficios inmediatos en el bienestar emocional de las personas. Esto implica que también se ha pasado de un enfoque orientado de la reacción médica a la prevención, y esto implica al mismo tiempo que se busca pasar a un sistema universal de salud, del Bismark al Beveridge. En el sistema de aseguramiento, el estado ideal es aquel en el que hay enfermos que dejan ingresos al sistema hospitalario e industria farmacéutica, en cambio, en el sistema universal el estado ideal es en el que la gente no se enferma. Asi que una orientación al deporte es una orientación a la prevención y al sistema social de salud.
La ciudad mas deportiva, en el país mas deportivo y pacífico
Aunque en este momento, lograr que CDMX sea la ciudad más deportiva del mundo es un sueño, y más aun que México con tantos problemas fuera un país medianamente deportivo, eventos como la clase masiva, ponen ese deseo, en el horizonte, y como dijo Eduardo Galeano, la utopía está en el horizonte, sirve para caminar.
Aquí, en mi próxima columna: El quinto piso del Infonavit y sus achaques a los 50 años.
*Tonatiuh Meaney
Responsable de Análisis Espacial en iSTAR (Laboratorio Internacional de Tecnología e Investigación Espacial. UNAM-Universidad Estatal de California Northtridge. Y Coordinador de Impacto Social en Plurmac.