De cómo la azotea de mi amigo se convirtió en un buen punto de partida para entender que no hay respuesta única y universal para las necesidades de vivienda de todos. Por Horacio Urbano*
Por Jorge Montoya*
Por Teresa Peña Gaspar*
Por Román Meyer Falcón*
Por Gustavo López padilla*
Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas y mostrar publicidad personalizada.