Se trata del Museo Nacional de Antropología, obra del afamado arquitecto Pedro Ramírez Vázquez
El 17 de septiembre de 1964 el Museo Nacional de Antropología abrió sus puertas por primera vez y hoy, 50 años después, se ha convertido en el museo más visitado de México.
Esta obra del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, ha sido reconocida internacionalmente por su belleza arquitectónica y a la fecha alberga 24 salas que contienen una de las colecciones arqueológicas y etnográficas más importantes de México.
Ubicado en el corazón del Bosque de Chapultepec, este inmueble se edificó sobre una superficie de 70,000 metros cuadrados. Además, su diseño materializó el respeto por la tradición de los pueblos prehispánicos, conservando sus valores.
La forma básica del recinto se concibió en un sólo rectángulo fraccionado en espacios que posibilitan funciones y sensaciones diversas, aun cuando todos comparten la misma materia prima: mármol, aluminio y cristal.
Señalado como un museo innovador, éste tiene elementos dentro su patio central que fue concebido como eje rector del discurso arquitectónico, un lugar de solaz donde los materiales de construcción son una reflexión sobre la diversidad medioambiental del país.
Así lo dio a conocer Laura Filloy Nadal, restauradora del museo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mediante un comunicado en donde además dijo que el proyecto de conservación de la arquitectura y escultura del patio central que se ejecutó hace dos años, refiere que lo mismo fueron seleccionados elementos provenientes de la zona calcárea (Puebla, Querétaro o la península de Yucatán) que de la región volcánica, en el centro del país. Además se proveyó al espacio de obras creadas por connotados artistas del siglo XX en México.
En la plaza interior o patio central del museo que se concibió para que el visitante no se sienta atrapado dentro de una construcción de grandes dimensiones, se localiza la columna de bronce conocida como el Paraguas -obra de los hermanos José y Tomás Chávez Morado-, cuyo volumen y luminosidad se recuperaron hace un par de años.
En total se recorren 5.5 kilómetros de pasillos y salas en donde se pueden apreciar 40 mil años de historia de los seres humanos, desde la prehistoria hasta la vida presente de los pueblos indígenas.