INAH y Fonatur firmaron un convenio de colaboración que impulsará la protección del patrimonio cultural durante la construcción del Tren Maya
En el marco de la firma de un Convenio de Colaboración entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), que impulsará la protección del patrimonio cultural durante los trabajos de construcción del Tren Maya, el director general del Instituto, antropólogo Diego Prieto Hernández, declaró que la obra permitirá recuperar, estudiar y preservar millones de años de historia, arqueología y paleontología del área maya.
En el evento, donde el Tren Maya fue calificado como “una obra de infraestructura con un destacado componente sociocultural” al recorrer cinco entidades que cuentan con una amplia riqueza patrimonial, el antropólogo manifestó la capacidad del INAH para acompañar el desarrollo de una obra de tal magnitud.
De igual manera, Prieto Hernández señaló que el INAH cuenta con más de 50 zonas arqueológicas abiertas al público en los cinco estados que recorrerá el Tren Maya (Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo) , entre las que destacan Chichén Itzá, Calakmul, Coba, Tulum y Palenque, mismas que deberán mejorarse en sus recorridos, investigación y ordenamiento espacial.
Además, el antropólogo añadió que los trabajos de orden cultural del Instituto ocuparían únicamente el 1% del presupuesto del proyecto, que se destinará a estudios arqueológicos de recuperación, promoción cultural, mejoramiento y apertura de nuevas zonas arqueológicas.
“Esta es una obra virtuosa que debemos acompañar con un adecuado cuidado del patrimonio, apegado en todo momento a la ley. Con este convenio entre el INAH y el Fonatur, tenemos la oportunidad de atender no sólo nuestra herencia arqueológica, sino de emprender un amplio programa de antropología e historia en el área maya de México, que incluso vincule a ésta con sus homólogas en Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador”, destacó.
El convenio entre el INAH y el Fonatur posibilitará la ejecución de cuatro ejes de acción en materia cultural: en primer lugar la prospección arqueológica que garantizará el cuidado del patrimonio prehispánico; el segundo eje está relacionado con la infraestructura ferrocarrilera de la zona, de la cual se aprovechará una parte para el Tren Maya y la otra parte se adaptará en espacios verdes o de uso cultural; y el tercer y cuarto eje se orientan al reconocimiento del valor que el proyecto le dará a la cultura viva maya y a su legado artístico.
