El programa de Pueblos Mágicos busca mostrar la riqueza histórica, cultural, natural y la calidez de los habitantes de las ahora 121 localidades que lo conforman
El secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, anunció la integración de 10 nuevos Pueblos Mágicos, mismos que se localizan en diversas regiones del país y que cumplen con los requisitos que establece el programa que impulsa la Sectur.
Cabe recordar que este programa dio inicio en 2001 cuando fue nombrado el primer Pueblo Mágico; a lo largo de los años se ha ido fortaleciendo para poder mostrar, tanto al mundo como a los propios mexicanos, la riqueza histórica, cultural, natural y la calidez de los habitantes de las ahora 121 localidades que lo conforman.
Los nuevos Pueblos Mágicos que forman parte de este programa son:
- Tlaquepaque, Jalisco
- Comonfort, Guanajuato
- Melchor Muzquiz, Coahuila
- Guadalupe, Zacatecas
- Compostela, Nayarit
- Zimapán, Hidalgo
- Nombre de Dios, Durango
- Amealco de Bonfil, Querétaro
- Aquismón, San Luis Potosí
- Bustamante, Nuevo León
Para la integración estos lugares se realizaron dos convocatorias en donde se evaluaron 159 localidades y se invirtieron más de 3,400 millones de pesos en conjunto con estados y municipios para proyectos como cableado subterráneo, mejoramiento de imagen urbana, mercados y señalización turística.
Cabe resaltar que la existencia de los Pueblos Mágicos es equivalente a una innovación turística, ya que muestra el trabajo y compromiso de más de 1,400 personas que participan en los Comités Ciudadanos de estas localidades, en las que también participan los sectores públicos, privados y sociales.
El programa ha logrado un proceso de reingeniería integral, así como el mejoramiento del sistema de evaluación, la incorporación de la tecnología para la innovación de productos turísticos, y la institucionalización de la participación social y el desarrollo sustentable.
La declaratoria de estos diez pueblos mágicos se realizó como sello por parte de Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), ya que representa un modelo turístico que ayuda a México a consolidarse como un destino de clase mundial sustentado en la riqueza y diversidad de nuestro patrimonio histórico, natural, gastronómico y cultural.
