Los viajes para los centros de trabajo pasarían de 3 horas a 40 minutos
El Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México es la última gran oportunidad de crear la gran obra de México de cara al siglo XXI, pero el reto es realizarla en un espacio que cuente con un proyecto de remediación social para 4.8 millones de personas; que genere empleo para un millón de hombres y mujeres que llevan el sustento primario y al mismo tiempo genere cientos de miles de empleos y por si fuera poco, reduzca la movilidad en la zona de 3 horas a 40 minutos por cada viajes.
Lo anterior se puede concebir en un método de sistemas y que ha llevado a la firma VMA+Planners a realizar asesorías a más de 20 aeropuertos a nivel mundial. La clave está en el enfoque multidisciplinario. “No vemos las disciplinas como entes separados. Nosotros conectamos todo y en función de ello damos ideas y resultados. El problema del nuevo aeropuerto que nos ocupa, es un problema; no es un proyecto. Olvídense del polígono y la malla que divide espacios”, afirma en exclusiva para Centro Urbano, Víctor Márquez, urbanista por la Universidad de Cornell, Nueva York, planeador urbano y socio fundador de la firma.
Para el experto en la teoría de sistemas, el reto del aeropuerto es sistémico y de alta complejidad. El ángulo rebasa el reto, ya que tan solo en marcos de jurisdicción o marcos de propiedad, el tema no terminar. “El resultado es que el predio es del Estado pero debe ser reclamado por la sociedad civil. En ese sentido, la jurisdicción la tiene SCT, Sedatu y después, podrá pelear el gobierno de la CDMX en una guerra que se puede vislumbrar como álgida”.
Ejemplificó que en cuanto a experiencia, los involucrados en el tema deben voltear a ver las experiencias de Colombia con el Nuevo Centro de Administración Nacional o del Airport City de Manchester, en el Reino Unido, que es polígono industrial, comercial y logístico, además de ser una ciudad administrativa, ya que el reto consiste en hacer una zona similar en México que cuente, además de la vivienda masiva y expansiva, comercio, movilidad, empleo y agua.
Al cuestionársele sobre cómo se puede detonar el sector inmobiliario ciudadano en la zona, argumentó. “Lo que queremos evitar es que se sigan construyendo más conjuntos de vivienda en la periferia de la Ciudad por razones de movilidad, de falta de convivencia, accesibilidad, comercio y salud. Queremos traer toda esa gente al centro de la ciudad. ¿Cómo podemos hacer eso? Con herramientas normativas. Tenemos que cambiar usos de suelo, y permitir que esa gente, pueda, naturalmente, especular con su tierra, y construir y volverse parte del desarrollo inmobiliario de la ciudad”.
“En vez de que los desarrolladores inmobiliarios sean vistos o satanizados como grupos económicos de alto poder y de élite, que el desarrollo inmobiliario se baje a las clases más populares y la gente pueda hacer, en ese terreno que tiene, fusionarse con otros vecinos y construir 6 ó 7 pisos de altura y con eso ganar dinero y asegurar su futuro”, sostiene.
Argumentó además que el NAICM puede ser el último detonador de la ciudad con posibilidad de realizar más policentros, por lo que propone que en la zona se construya también el nuevo Centro Histórico y el actual, se convierta en una zona peatonal y ciudadana, y sobre todo, cultural y la zona del AICM se detone como una zona de densidad de vivienda que beneficie directamente a los 4.8 millones de habitantes de la zona.
Sostuvo que en la parte Oriente de la ciudad hoy en día tiene un problema de intensidad del uso del suelo ya que la intensidad es excesiva y no hay áreas verdes ni jardines, porque la lotificación fue demasiado pequeña en tanto que en una buena ciudad se debe preferir menos intensidad, dejar más espacio libre y construir en vertical y con mayor densidad. “Eso es lo que las nuevas normas que vienen en el nuevo Plan de Desarrollo Urbano de la ciudad se deben exigir, pero para ello se necesita un proyecto matriz que hoy en día no se tiene”.
Dijo finalmente el proyecto generaría, además de riqueza, una concentración de actividad y de trabajo espectacular, “porque estaríamos hablando de todos los órdenes que tienen que ver con lo laboral, desde lo administrativo, burocrático, oficinas, logístico, transporte; todo estaría concentrado ahí. En ese momento, vamos a hacer valer esa tierra que tienen ese millón de familias que vive ahí y hacemos que con su propia tierra ganen dinero y tengan patrimonio y futuro”.