Los espacios de coworking ofrecen instalaciones y servicios compartidos, lo que distribuye los costos administrativos entre los usuarios
De acuerdo con Tasvalúo, la pandemia por Covid-19 trajo grandes cambios en diversas áreas del día a día, como las dinámicas laborales que demandaron mayor flexibilidad y adaptabilidad, lo que transformó las necesidades en el espacio de trabajo.
En ese sentido, el home office y el modelo de trabajo híbrido, que combina la modalidad remota con la presencial, comenzaron a tener mayor participación en el campo laboral.
Mauricio Domínguez, director de Data Market de Tasvalúo, explicó que, debido a lo anterior, el coworking ha experimentado un importante crecimiento en el mercado inmobiliario, pues este modelo proporciona soluciones e interacciones valiosas para profesionales que trabajan tanto de manera remota como presencial en entornos flexibles.
Asimismo, la firma indicó que, según datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE), el mercado de coworking ha crecido, especialmente en las grandes ciudades del país, como Ciudad de México.
Datos muestran que Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Benito Juárez son las alcaldías con mayor presencia de coworking; mientras que en la Gustavo A. Madero solo se identificó uno. Esto refleja patrones de distribución centralizados en la capital, y, aunque estos espacios representan solo el 2% del inventario total de oficinas, se espera un crecimiento continuo en este sector.
En segundo lugar, se encuentran Jalisco y Nuevo León. En Jalisco, Guadalajara y Zapopan destacan, mientras que en Nuevo León sobresalen San Pedro Garza García y Monterrey.
Y en tercer lugar está el Estado de México, donde, además de Toluca, municipios cercanos a la CDMX como Tlalnepantla de Baz, Huixquilucan y Naucalpan de Juárez registran espacios de coworking.
¿Qué son los coworking?
Ubicados en los principales corredores corporativos de las ciudades, los espacios de coworking son entornos diseñados para profesionales diversos que buscan un espacio de trabajo.
Estos lugares ofrecen instalaciones, servicios y herramientas compartidas, lo que distribuye los costos administrativos entre los usuarios; además de que fomentan la interacción y aumentan la productividad a un costo accesible y con la flexibilidad requerida en el mundo laboral actual.
De igual manera, estos espacios, principalmente utilizados por Pymes, freelance y profesionales independientes, ofrecen entornos estimulantes para la creatividad, colaboración y networking, lo que crea comunidades sociales y emprendedoras dinámicas.
“La calidad de un buen coworking se define por múltiples factores, como tecnología avanzada, servicios de limpieza, personal amable, ubicación conveniente cerca de áreas comerciales y transporte público, y diseño ergonómico para el confort. Cuando estos elementos se combinan, se observa un aumento en las tasas de ocupación”, finalizó Mauricio Domínguez.