Las autoridades ya estudian diversos modelos para poner en marcha esquemas de vivienda en renta que permitan atender el tema de la alta demanda existente
El Gobierno de la Ciudad de México ve en la vivienda en renta una oportunidad para atender la gran demanda por espacios habitacionales. Para ello, las autoridades evaluarían, entre otras cosas, el lanzamiento de un Fibra para vivienda en alquiler. Con el instrumento se buscaría desarrollar y administrar este tipo de activos.
De acuerdo con Pablo Benlliure, titular del Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva de la Ciudad de México, el reto habitacional en la capital del país es grande. Señaló que para atender la demanda anual de vivienda en la Ciudad se tendrían que desarrollar 50,000 viviendas.
El funcionario comentó que en esa lógica, y ante las condiciones de la capital, hay una oportunidad para que no todas esas viviendas sean nuevas. Señaló que los inmuebles podrían ser el resultado de procesos de regeneración, reconversión, y en esa mezcla, la puesta en marcha de proyectos de vivienda en renta social.
“Este reto de las 50,000 viviendas de demanda lo tenemos que ver desde un enfoque metropolitano. Aún así, no sé si en la Ciudad nos dé para hacer 50,000 viviendas nuevas al año. Para enfrentar el desafío, hay muchas (viviendas) que no tendrían que ser nuevas, que podrían ser resultado de procesos de regeneración, de rehabilitación”, indicó.
En entrevista, el funcionario consideró que para atender el reto de vivienda en la capital, se debe implementar una estrategia que vaya en dos sentidos. Por un lado, expuso, generar las condiciones para el desarrollo de vivienda nueva; pero también lanzar estrategias para atender la vivienda existente y aprovechar el espacio ya construido en la capital.
Oportunidad en el alquiler
En ese sentido, Pablo Benlliure destacó que la vivienda en renta figura en los planes de la actual administración como uno de los caminos complementarios para atender el reto habitacional. Específicamente, comentó, las autoridades incluyeron una variable de renta para los proyectos que se desarrollan al amparo del Programa de Regeneración Urbana y Vivienda Incluyente.
“A este programa le pusimos la variable de renta y le pusimos una variable diferente; una variable donde en lugar de hacer el 30% de las viviendas y venderlas para recuperar, el desarrollador le puede donar un porcentaje de viviendas al gobierno que va del 15% o lo que dé financieramente; y el gobierno a través de Servimet podría administrar ese parque habitacional y crear una Fibra de vivienda en renta”, expuso.
Al respecto, señaló que ya se trabaja en un primer modelo bajo estas características. Indicó que en un proyecto ubicado en Santa María la Redonda, el desarrollador que participa al amparo del Programa de Regeneración Urbana donará parte de las viviendas al gobierno.
Cooperación
Por otro lado, indicó, también se podría incluir modelos de participación entre gobierno y la iniciativa privada, en los cuales, el gobierno aporte la tierra y se entregue en concesión a privados para desarrollar vivienda en renta.
“Lo podemos hacer a través de Servimet. Pensamos que el Invi y Servimet se van a convertir en las dos grandes agencias de producción vivienda. Una mucho más orientada a la producción social de vivienda y otra más orientada a la producción con los inversionistas privados.
“Se ensayó un poco con un modelo con Servimet y ahorita en el programa de vivienda estamos utilizando suelo del gobierno para construir vivienda para indígenas, con financiamiento de suelo del gobierno que hemos vendido para el programas de vivienda incluyente”, expuso.
Pablo Benlliure mencionó que una apuesta importante a impulsar es la vivienda en renta. Destacó que además de ser una alternativa para atender el rezago, es un modelo que se adapta a las nuevas necesidades, donde por temas como la movilidad laboral, para muchos no es atractivo adquirir una vivienda.
“Yo estoy convencido de la vivienda en renta y va a caminar”, apuntó.
Desafío urbano
Hacia delante, Pablo Benlliure consideró que el reto en materia de desarrollo urbano y vivienda es grande en la Ciudad de México. Indicó que para caminar por buena senda, el tema se centra en lograr regulaciones óptimas que permitan ordenar a la capital.
“No hemos encontrado las regulaciones. Y este tema regresa a los estímulos de este gobierno emprendedor … que ponga los estímulos para que esto pueda funcionar con nuevas regulaciones.
“Yo comentaba en un evento sobre la reactivación del Centro Histórico que tenemos 11,000 viviendas deshabitadas en el Centro. Y, pues sí, pero se dice fácil: ‘vamos a habitarlas’. Pero tenemos que verificar quién es el propietario, qué condiciones tienen, por qué no están habitadas. Muchas de ellas no están habitadas simplemente porque el propietario renta la planta baja como comercio, el primer nivel lo renta como bodega para el comercio, y los demás niveles ya no le interesa rentarlos”.
Es importante recordar que hoy en día, los precios de vivienda que se observan en la capital hacen imposible que un trabajador que gane menos de 20,000 pesos pueda comprar una casa.
Acceso a vivienda
De acuerdo con datos del propio Pablo Benlliure, el precio de vivienda ha mantenido un crecimiento sostenido en la Ciudad de México. Y, tan sólo en las dos últimas décadas, el costo promedio ponderado ha incrementado casi 1000%. En este tiempo pasó de 500,000 pesos en el año 2000, a 5 millones 400,000 pesos en 2020.
“Si vemos el precio promedio de vivienda en nuestra ciudad, rondaba el medio millón de pesos en el 2000. Ese era el precio promedio ponderado, a precios corrientes. Hoy, el 2020 cerró con un precio ponderado de 5.4 millones de pesos”, señaló.
El funcionario indicó que las autoridades, a través del Programa de Reactivación con Vivienda Incluyente y Regeneración Urbana (Previt), buscarán detonar el desarrollo de 10,400 viviendas con precios accesibles. De este total, detalló, 523 unidades se considerarían como “viviendas incluyentes”.
Al respecto, señaló que en el Previt se han registrado 88 proyectos, lo que implica una inversión del orden de los 11,660 millones de pesos. De este total, dijo, ocho proyectos ya iniciaron.
En tal sentido, expuso que la meta para 2021 será iniciar 64 proyectos más de los ya autorizados, con los que se construirían 7,621 viviendas accesibles en el año.
Este texto se incluye en la edición 131 de Revista Vivienda