La nota es escueta y contundente; Cadu realizó su segunda emisión de deuda en la Bolsa Mexicana de Valores…
Cabría agregar que la operación fue por 300 millones de pesos y que el monto ofertado fue sobredemandado en 1.88 veces…
Lo que no dice la nota es “quién es Cadu”…
Cadu es una desarrolladora de vivienda que fundamentalmente operaba en el sur del país, y de la que posiblemente seguiríamos sin saber nada si no fuera por la debacle de los gigantes del sector.
Cadu, la viviendera que dirige Pedro Vaca, es un muy buen ejemplo de una nueva generación de empresas, que a lo largo de varios años de trabajo, han alcanzado una posición que les permite ser los nuevos protagonistas de esta industria.
Y estamos hablando de un protagonismo que no tiene que ver sólo con volúmenes de producción, sino con modelos de negocio sólidamente anclados en diferentes regiones del país, operados por empresarios locales, conocedores de sus negocios, de sus clientes y de las regulaciones vigentes en los lugares en que operan…
Y es que a veces los grandes números hacen que se nos olvide que la competitividad de un país, no es otra cosa que la suma de las competitividades de sus regiones.
Porque estas empresas regionales se suman a un sistema en que participan lo mismo empresas de alcance multiregional de su mismo sector, pero también empresas de una muy amplia gama de cadenas productivas, algunas de las cuales, van de la mano de la vocación local.
Todo parte, al analizar el ámbito regional, de entender vocaciones actuales, vocaciones futuras y objetivos de largo plazo… Y lleva a considerar todo el complejo sistema de infraestructura y activos inmobiliarios que hacen falta para hacer todo esto viable.
Hay que entender que si bien esta columna inicia con una clara referencia al sector vivienda, en la construcción de la competitividad regional inciden también parques industriales, oficinas, centros comerciales e inmuebles para el sector turismo.
En la construcción de competitividad regional inciden, desde luego, obras de infraestructura que tienen que ver con políticas públicas que tendrían que alinear objetivos, regulación, estrategias e inversiones de los tres órdenes de gobierno.
Es muy relevante la noticia que da Cadu, porque viene a confirmar que ya hay una nueva camada de vivienderos… Vivienderos de nueva generación, que entienden ya los objetivos de las nuevas políticas de vivienda y están trabajando para llevarlas a la obra en todas las regiones del país.
Por supuesto, seguirán siendo fundamentales en este esfuerzo las grandes firmas inmobiliarias de alcance multiregional. Firmas como ARA, Sadasi, Hogares Unión, Javer, Vinte o Ruba; solo que ahora, dignamente acompañadas por nuevos jugadores.
Si se trata de mencionar a estas empresas emergentes habría que señalar a la michoacana Herso, a la poblana Esphabit, a la sonorense Derex, a la regia Vidusa o a la chilanga Quiero Casa…
Y afortunadamente hay muchas más, algunas que ya cuentan con sólidas trayectorias y están a punto de dar noticias importantes, como es el caso de la también chilanga Procsa, o la hidalguense Quma.
Y más aún si consideramos a los grandes grupos inmobiliarios como Danhos, que está haciendo obras muy relevantes en la capital del país, o Grupo Gigante, que con proyectos en la misma ciudad de México o en Veracruz, también es factor que incide en el desarrollo regional.
Por supuesto; nada de esto tendría pleno valor sin las obras que son responsabilidad del gobierno y sin los ejercicios de planeación y coordinación indispensables para que estas enormes inversiones hagan sentido como parte de un sistema integral y sustentable de largo plazo.
Hay que felicitar a Cadu… Y esperar que vengan nuevas emisiones y nuevas buenas noticias en este nuevo ciclo del sector vivienda mexicano.
Me tomaré unos días de vacaciones. Esta columna regresa el 11 de agosto.
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