Tengo pocos recuerdos de lo que aprendí en las materias del llamado tronco común durante mi primer año de Universidad. Lo que si recuerdo es que en la materia de Lenguajes y medios de la comunicación II, nos enseñaron historia del arte.
De entre el amplio temario dedicamos un par de clases a la corriente gótica, y ahí aprendí que curiosamente, el arte gótico presente en iglesias y catedrales buscaba llevar al pueblo a encontrar una luz en tiempos de obscuridad; a diferencia de la actualidad en donde “lo gótico” se relaciona con depresión, el color negro o ausencia de color, (dirían los muy exquisitos) historias de vampiros y demás seres mitológicos; así como otros conceptos relacionados con la obscuridad.
De lo anterior podemos determinar que el arte y la manera de expresarse siempre evoluciona, y muchos miles de años después del surgimiento del arte gótico, por allá de los años 30’s surgieron en Estados Unidos las llamadas tiras cómicas, también conocidas como historietas o simplemente comics.
Dichas publicaciones eran y siguen siendo historias que giran en torno a seres fantásticos que habitan dentro de una realidad abstracta y mundos ficticios que están plagados de seres malignos, criminales, corrupción y delincuencia… y no, no estamos hablando de la ciudad de México, ya que desafortunadamente no habitamos dentro de un mundo salido de la tinta de ningún dibujante; a diferencia de Ciudad Gótica, probablemente bautizada así por los elementos obscuros y sombríos que la rodean, incluidos los malvados seres dispuestos a irrumpir en la vida pacifica de sus habitantes con tal de lograr un beneficio propio. Y haciendo de nueva cuenta la aclaración pertinente: No, no se inspiraron en México para crearla.
Sin embargo, no todo está perdido (por lo menos para Gótica) ya que oculto entre las sombras, podemos encontrar a un vigilante nocturno que, escondiendo su identidad bajo un disfraz de murciélago, aterroriza y lucha contra los peligrosos criminales que diariamente corrompen la ciudad.
Este heroico personaje, bautizado por su creador Bob Kane como Batman, cumple 75 años de aventuras que han ido desde la tinta y el papel, hasta la pantalla chica y grande, dando un gran salto hasta los videojuegos y series animadas, consolidándose como el héroe predilecto de muchos por diversos motivos, entre los que destaca el no tener ningún poder o habilidad sobrenatural.
¿Podrá salvarnos de las controversiales reformas de EPN? ¿Habrá manera en que revierta el infame aumento al boleto del metro? ¿Será posible que salve a la población del perverso hoy no circula sabatino?
Desafortunadamente nada de esto podrá resolverse “en el siguiente capítulo” como pasa en Ciudad Gótica, sin embargo, el formar parte de un mundo mitológico en el que un solo individuo, motivado por la venganza de presenciar el asesinato de sus padres (no, no vivía en la ciudad de México) dedica su existencia a salvar a gente inocente del crimen, debe ser un buen escaparate ante tanta depresión y obscuridad que impera en la alguna vez llamada “ciudad de la esperanza”. ¡Unámonos a la fiesta! ¿no?
