Por Carmen Contreras*
Terminaron los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Serán recordados por haber sido pospuestos por la pandemia, pero también por una mayor participación de las mujeres. Un 48% de participación femenina inédito.
Con su incursión en Tokio 2020, ellas han puesto en jaque las ideas masculinas sobre la competencia deportiva. Desde la inclusión del Skateboarding como deporte olímpico, -el cual tiene una gran popularidad entre niñas-, pasando por los equipos de Gimnasia de Alemania y de Voleibol de playa de Noruega que se negaron a usar uniformes incómodos con los que sus cuerpos son vistos como objetos de consumo de las audiencias masculinas. O bien, la renuncia de la gimnasta olímpica Simone Biles expresada de último momento para cuidar su salud física y mental.
Recordemos que Biles fue una de las integrantes de la selección norteamericana que denunció los abusos sexuales de médico Larry Nassar contra ella y otras jóvenes. Las atletas tuvieron además logros simbólicos que nos hablan de la evolución de los rituales olímpicos: La premiación por primera vez de las mujeres maratonistas en el día de la clausura, a la par de los hombres. El encendido del pebetero por la tenista Naomi Osaka abrió la discusión pública sobre el cuidado de la salud mental en las y los jóvenes que se dedican al deporte desde niños.
Y dos mujeres tuvieron bajo su responsabilidad la mayor parte de la organización: La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike y la Presidenta para los Juegos Olímpicos de Tokio, Seiko Hashimoto quien reemplazó a Yoshiro Mori, destituido del cargo por sus comentarios misóginos.
Para los próximos Juegos Olímpicos de verano en París, otra mujer tendrá bajo su cargo una hazaña urbanística. Anne Hidalgo durante su campaña para reelegirse como alcaldesa de París prometió una ciudad de proximidad. Los Juegos Olímpicos del 2024 serán una pantalla mundial para ver si cumplió su promesa. El modelo de Carlos Moreno (nacido en Cali y habitante de París) se pondrá a prueba.
Este modelo llamado ‘La Ville Du Quart d’Heure’ (La ciudad en un cuarto de hora), pretende reducir 45% de las emisiones de CO2, impulsar la movilidad peatonal y que París sea 100% accesible para bicicletas en el 2024, año de los Juegos Olímpicos. La premisa es «Tener todo a menos de 15 minutos de casa” . ¿Qué es todo? Según Carlos Moreno: 1. Vivir y alojarse, 2. Trabajar, 3. Cuidarse, 4. Educarse y 5. Potenciar la cultura ¿Cómo será posible para una ciudad con 17 barrios, 2 millones de habitantes en el centro, 12 millones en la zona metropolitana y 19 millones de turistas al año?
De acuerdo a Anne Hidalgo, todo parte de acciones elementales y una gran cruzada pedagógica para pensar la ciudad de otra forma, fuera del paradigma en donde el tiempo para el consumo y producir valor de cambio vale más que el tiempo para ser persona.
La propuesta incluye 5,000 agentes municipales para «coordinar la limpieza y el mantenimiento de las calles». “Patios de recreo” de las escuelas durante los fines de semana como espacios abiertos y «kioskos ciudadanos” para reuniones al aire libre entre vecinos o visitantes. Esto implica aprovechar las infraestructuras ya construidas en lugar de construir otras, ya que esto representa una inversión que debe considerarse en tiempos de pandemia.
Otro punto es «reequilibrar los lugares donde se sitúan las fuentes de trabajo”. En este caso sí es necesario construir para generar empleos en las zonas del este para mejorar la calidad de vida y evitar los desplazamientos que desgastan a las personas.
Este modelo debe sostenerse en un 10% del total del presupuesto público de París etiquetado como “presupuesto participativo” para definir a escala barrial los medios de reactivación económica que podrían ser huertos urbanos, pequeños negocios de barrio, viviendas de rentas controladas y cultura en las calles. Las medidas van acompañadas de grandes proyectos arquitectónicos que generan inversión privada como la reconversión de la Avenida Campos Elíseos para hacerla peatonal. Para las y los defensores de este modelo es claro que sin participación ciudadana no será posible la realización de sus objetivos.
Se trata de una reestructuración económica pensando en que para el 2050 la población mundial vivirá en asentamientos urbanos irregulares. El cambio climático y el envejecimiento de la población requerirán mayor proximidad humana y geográfica para sobrevivir y aspirar a erradicar la pobreza. Esto implica cambiar todas nuestras ideas de “modernidad”, como señala Carlos Moreno: “la idea de ciudad moderna consumida por los autos como algo inevitable”.
Los Juegos Olímpicos en París 2024 no solo generarán expectativas sobre el deporte. Veremos si es posible la Utopía de la ciudad de los 15 minutos y sus beneficios. Quedan tres años para saberlo y tomar lo bueno de ese modelo conforme a nuestra realidad.
Texto y fotografía: Carmen Contreras
*Directora de Perspectivas de IG y Consultora en Desarrollo Urbano con Perspectiva de Género
