El Instituto Nacional de Antropología e Historia reconoció el trabajo que los arquitectos que pertenecen al INAH han hecho en pro del patrimonio
Hace unos días, en el Museo Nacional de Historia, en el Castillo de Chapultepec, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) llevó a cabo la entrega de estímulos por antigüedad, una premiación que reconoce la contribución de los arquitectos que, con su trabajo en el organismo, han contribuido a conservar el patrimonio cultural de la nación.
Durante el evento, se hizo mención de los grandes desafíos a los que en Instituto se enfrenta en la actualidad, como ha sido el reto de dar atención a los 2,340 inmuebles dañados por los sismos. Asimismo, se hizo énfasis en los aprendizajes que esta experiencia está dejando en la institución, en el sentido de recuperar el vínculo con las comunidades como un elemento necesario para emprender la recuperación de espacios, de una forma mucho más dinámica.
Al respecto, el director del INAH, Diego Prieto Hernández, señaló que el trabajo que realizan no es solamente la recuperación de patrimonio, que tiene una tarea profunda, sino de restauración del propio tejido social, lo que favorece la cultura de paz y las identidades particulares de cada lugar.
Cabe destacar que el secretario general delSindicato Nacional de Arquitectos Conservadores del Patrimonio Cultural (SNACPC), Alejandro Villalobos, comentó que contar con una organización gremial fuerte es parte sustantiva del INAH, por lo que es una motivación que sea reconocido el trabajo de quienes dejan su vida en el instituto.
Los galardonados fueron Yolanda Dolores Terán Trillo, adscrita a la Dirección de Estudios Históricos, por 45 años de trabajo. Asimismo, por 40 años de trayectoria se reconoció a Carlos Antonio Reyna Lomelí y Nabor Zárate Jiménez, de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos y del Centro INAH Oaxaca; por 25 años, a Begoña Garay y Arturo Sánchez Lazalde, de los Centros INAH San Luis Potosí y Aguascalientes; por dos décadas, a Roxana Galindo y Edith Mendoza Ávila, de Casa de Morelos y el Centro INAH Michoacán; y por 10 años, a Emilia Díaz Arreola, del Centro INAH Chihuahua.
En el evento En el marco del 80 aniversario del Instituto, se mencionó que es necesario, para el Instituto, dejar los lastres administrativos y reclamar su lugar en el entramado del Estado mexicano y sus políticas públicas.
En esa misma línea, se mencionó que las piedras cuentan el relato del origen del INAH, relatan más allá del pasado glorioso, son testimonios de la historia que nos vinculan con la mentalidad, anhelos y sensibilidad de las generaciones predecesoras.
