México se ha convertido en un laboratorio para la industria hotelera con la expansión de nuevos conceptos
En los últimos años, la industria de la hotelería en México -en particular los hoteles de negocios- ha experimentado varias transformaciones para atender las demandas y exigencias de nuevas generaciones de consumidores y usuarios, que buscan espacios más flexibles para hacer otras actividades en los hoteles, más allá de sólo hospedarse.
“El huésped ya no quiere llegar solamente a estar en su habitación, que utiliza más para dormir, sino sacarle mayor provecho a las áreas comunes. En cuestión de operaciones, este cambio ha logrado el incremento de las utilidades en el componente de alimentos y bebidas, que antes representaba tan sólo el 10% o 15% de los ingresos del hotel”, comentó Patricio del Portillo, director del área de Hotelería en CBRE.
De acuerdo con el directivo, la tendencia es hacia marcas tipo lifestyle, en las que el área del lobby se transforma en un espacio abierto a la convivencia, y donde los huéspedes pueden trabajar, relajarse e interactuar entre ellos, lo que propicia el networking y el consumo.
El directivo señaló que cada vez es más común desarrollar hoteles dentro de plazas comerciales o de usos mixtos, así como suites mejor diseñadas para estancias prolongadas, lo que ofrece nuevas soluciones a estas demandas.
Otra de las tendencias que ha cambiado a la industria hotelera es el desarrollo de hoteles all inclusive, con diversas ofertas gastronómicas dentro del complejo, así como de entretenimiento, donde se ha demostrado que el el huésped gasta hasta 20% más que en el esquema tradicional.
«En una industria tan dinámica como es la del turismo y siendo México un destino de talla internacional, nuestro país se convierte en un laboratorio de prueba idóneo para la industria hotelera, que vive actualmente una expansión de conceptos», concluyó del Portillo.
