Si la industria inmobiliaria está cerrando el año a todo vapor y con una tendencia que permite asegurar que el resultado anual superará todo pronóstico, se debe fundamentalmente a la disponibilidad de créditos hipotecarios.
Octubre no había finalizado y ya Infonavit, de Alejandro Murat, había cumplido su meta anual de más de 500 mil créditos, en tanto que el Fovissste, de Luis Godina, había formalizado más de 86 mil en línea con un programa anual que supone más de 100 mil.
El caso de Fovissste es particularmente importante, porque con un monto promedio de crédito cercano a 650 mil pesos y con financiamientos del orden incluso de 3 millones, se ha convertido en un poderosísimo motor de la vivienda urbana.
Asumiendo que el Infonavit es la mayor hipotecaria del país, sin duda el Fovissste ocupa un claro segundo lugar, generando más créditos que toda la banca privada en su conjunto.
Cosa a destacar es que ya apenas 40 por ciento de sus créditos sean para adquisición de vivienda nueva, ya que del total de financiamientos otorgados, 18.45 por ciento son para mejoramiento de vivienda, y el resto se divide casia mitades entre vivienda nueva y usada… Aunque esta última sea, por escaso margen, la que ocupa un primerísimo lugar entre los esquemas que opera el Fondo.
Esta transformación en la estructura de asignación de crédito es un claro indicador de la transformación del Fondo, porque revela un proceso encaminado a atender en forma más eficiente demandas muy específicas de sus 3.5 millones de derechohabientes, que van más allá de solo financiar compra de vivienda nueva.
Cierro destacando dos temas; el Fovissste es la única institución, pública o privada, que otorga crédito para vivienda a pensionados, y como había dicho, por su monto promedio de crédito, su papel es fundamental para cumplir uno de los principales objetivos de la nueva política de vivienda; generar vivienda en zonas urbanas.
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