Reformas hacen congruente la visión de ciudades con menos automóviles, mejor transporte público e infraestructura para peatones y ciclistas
Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México y el alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez sostuvieron que en ambas urbes se ha beneficiado la construcción de cajones para estacionamiento, lo que incide en el exceso de tráfico, contaminación e incluso, en el costo de la vivienda.
«Durante años se ha destinado gran cantidad de recursos y espacio para que duerman nuestros autos, en vez de haberlos destinado a vivienda popular, lo que habría ayudado a evitar la expulsión de las familias más pobres hacía la periferia; eso va en contra de la ciudad justa e incluyente que queremos», señaló Mancera.
Los mandatarios coincidieron que la normatividad en materia de edificaciones ha permitido que se destine un espacio similar a los automóviles y a las personas, ya que se obligaba a los desarrolladores a construir cajones.
Acorde con el estudio técnico Menos Cajones Más Ciudad, hecho por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo y el Instituto Mexicano de la Competitividad, esto ayudó al incremento de la congestión vial, las emisiones contaminantes y encareció la vivienda.
Ambas ciudades cuentan con una Ley de Movilidad que establece un nuevo modelo, al favorecer los sistemas de traslado más sustentables y el desarrollo orientado al transporte.
«El marco normativo en materia de estacionamientos de nuestras ciudades resultaba incongruente con las políticas de priorización al transporte público, al peatón y al ciclista con las que nos hemos comprometido», afirmó Alfaro Ramírez.
Tanto Mancera como Alfaro, aseguraron que las reformas recientes hacen congruente la visión de ciudades con menos automóviles y tráfico, así como mejor transporte público e infraestructura para peatones y ciclistas, además de mayor calidad del aire.
Las reformas tienen cuatro puntos clave: la eliminación de requerimientos mínimos de estacionamiento y el establecimiento de cajones máximos en función del tamaño y uso de suelo de las edificaciones que privilegie el Desarrollo Orientado al Transporte; la disposición obligatoria de bici-estacionamientos al interior de las construcciones nuevas para contribuir al aumento de viajes realizados por este medio. Asimismo, la posibilidad de dar otro uso a espacios que anteriormente funcionaban como estacionamientos y las alianzas entre el sector desarrollador para que invierta en transporte público sustentable.
No obstante, se destaca que la normatividad no prohíbe la construcción de estacionamientos, sino que genera oportunidades que antes no existían, como construir menos cajones o inclusive evitar hacerlo.
