La industria de la vivienda se ha transformado desde 2013, y a la fecha, gracias a las directrices establecidas desde el nivel federal, se ha podido atender a los mexicanos en el rubro de acceso a soluciones habitacionales, además de consolidar a este sector como uno de los más pujantes del país
El 11 de febrero de 2013, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, lanzó la Política Nacional de Vivienda, una serie de lineamientos que han guiado los esfuerzo en la materia durante los últimos cincos años y que han permitido, no sólo impulsar soluciones habitacionales que atiendan las necesidades de los diversos segmentos de la población, sino inyectar dinamismo a la industria y consolidarla como uno de los motores más importantes de la economía mexicana.
A un lustro de la puesta en marcha de esta política pública, en México se ha concretado la visión que toma a la vivienda como eje ordenador de las ciudades. Uno de los objetivos prioritarios enmarcados dentro de la Política se centró en coordinar los esfuerzos, tanto públicos y privados, para promover el desarrollo ordenado y sustentable del sector.
Esta idea partía de la premisa de lograr elevar la calidad de vida de las personas mediante ciudades compactas y procurar el desarrollar vivienda de calidad, que cumpliera con requerimientos mínimos, como el de contar con al menos dos recamaras, y que se encontraran cerca de fuentes de empleo, así como de los centros escolares y áreas de esparcimiento.
En 2013, el diagnóstico realizado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) hacía especial énfasis en la expansión masiva y desordenada de las manchas urbanas, así como el crecimiento de la población al registrarse la migración de las zonas rurales a urbanas.
En un documento presentado en julio 2013, la Sedatu calificó a la Política de Vivienda establecida años previos como inadecuada, al señalar que el modelo de producción de vivienda en el nivel de interés social se desarrollaba a partir de tomar en consideración elementos como suelo barato, a pesar que este se encontrará lejos de centro urbanos; además de un uso de tierra extensivo.
Aunado a lo anterior, señalaba que la política en la materia se encontraba desvinculada de capacidades e instrumentos de planeación urbana en el ámbito local, con lo que no se toma en cuenta el impacto territorial y urbano de las ciudades, lo que propicio que los mexicanos tuvieran que ocupar varias horas de su vida para trasladarse de sus hogares a las fuentes de empleo.
Cabe señalar que de manera concreta, la Política de Vivienda estableció el objetivo de echar a andar “un modelo enfocado a promover el desarrollo ordenado y sustentable del sector, a mejorar y regularizar la vivienda urbana; así como construir y mejorar la vivienda rural”.
Este esquema planteó cuatro ejes estratégicos, los cuales son: Lograr una mayor y mejor coordinación interinstitucional; transitar hacia un Modelo de Desarrollo Urbano Sustentable e Inteligente; reducir de manera responsable el rezago de vivienda; y procurar una vivienda digna para los mexicanos.
Avances a cinco años
Entre los cambios destacados con la llegada de la Política de Vivienda se encuentra las modificaciones a las Reglas de Operación de esquemas como el Programa de Acceso al Financiamiento para Soluciones Habitacionales. Con este tipo de medidas se buscó concentrar la entrega de subsidio a familias de bajos recursos y atender así a la población en materia de vivienda.
De acuerdo con las autoridades, gracias al impulso de la Política del Presidente de México, “ahora la vivienda es un instrumento para desarrollo de las ciudades, al promover proyectos de vivienda social digna y sustentable, construida en suelo apto intraurbano libre de riesgos naturales”.
En este sentido, según lo reportado por la Sedatu, gracias a los cambios establecidos, la industria no sólo ha comenzado a desarrollar viviendas con características de mayorcalidad, como lo es la mejor ubicación, sino que la industria como sector económico se ha consolidado como una de las más fuertes y sanas, que impactan directamente en el Producto Interno Bruto Nacional (PIB). De esta forma, según lo reportado, el PIB del sector vivienda ha mantenido un crecimiento en los últimos 12 trimestres y alcanzado los 26,728 millones de pesos.
En octubre, la titular de Sedatu, Rosario Robles Berlanga, detalló que de enero 2013 a junio de 2017, la industria de la vivienda alcanzó las 5.9 millones de acciones de financiamiento o subsidio impulsadas por organismos públicos o privados. La funcionaria precisó que esta acciones beneficiaron a 4.7 millones de familias.
Aunado a lo anterior, señaló la dinámica estable que ha alcanzado el sector. Detalló que de octubre 2016 a octubre de 2017, la industria incorporó 239,000 unidades al Registro Único de Vivienda (RUV).
“Estamos ante una producción habitacional con dinámica de crecimiento estable, que ha permitido atender las necesidades de vivienda anual y atender rezago. Son tiempos difíciles, así empezamos el año y así lo estamos concluyendo, pero por factores diferentes como el sismo. Quiero dejar patente el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto con el sector de vivienda y que haremos el máximo esfuerzo para obtener las mejores metas en función de la nueva realidad”, señaló.
La Secretaria ha hecho especial énfasis en la trasformación del sector tras la puesta en marcha de esta política. A decir de la funcionaria, antes de la llegada de la actual administración, el sector vivienda pasaba por momentos malos, en los que incluso presentaba decrementos.
“Hoy, el sector de la vivienda está conformado por empresarios responsables que le han apostado a la Política Nacional de Vivienda del presidente (…)Gracias la Política de Vivienda y a las reformas estructurales, en particular la financiera, que ha realizado la administración, el sector de la vivienda se ha fortalecido, tiene estabilidad económica y las tasas más bajas en la historia, por lo que se ha convertido un elemento clave en el combate a la pobreza, el desarrollo y el bienestar público”, dijo.
Entre los logros destacado por la Sedatu se encuentra que durante la actual administración, del total de la población que ha podido acceder a una vivienda, 28% han sido jóvenes, mientras que 12% son mujeres, con lo que “se ha consolidado una política incluyente”. Aunado a lo anterior, recordó que se pusieron en marcha estrategias como “Un Cuarto Más” o “Cuartos Rosas”.
Es preciso recordar que en este marco de cambios en el sector, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y el Fondo de la Vivienda del Issste (Fovissste) se han fortalecido y ocupado un papel preponderante para impulsar a la industria y facilitar el acceso a soluciones habitacionales.
Así, por ejemplo, el Infonavit podría cerrar el sexenio con 3.3 millones de créditos colocados durante la administración. Cabe señalar que en diciembre el organismo superó los 2.8 millones de financiamientos, además que está a punto de alcanzar su crédito 10 millones en su historia.
En el caso del Fovissste, en 2016 aportó un cuarto de punto porcentual del PIB y alrededor del 7 por ciento del producto de la vivienda.
En materia de subsidio, de 2013 a 2017, se ha beneficiado a 360,736 mujeres; 323,299 jóvenes y a 19,613 adultos mayores. Así “se puede ver un antes y un después en este sector, ya que ahora la política de subsidios se priorizó para la población de menores ingresos; para las jefas de familia; para jóvenes; para integrantes de las fuerzas armadas y para la población indígena del país”.
“El gobierno de la República refrenda su compromiso de consolidar las políticas públicas impulsadas por el presidente Enrique Peña Nieto y que en materia de vivienda ahora más mexicanos ejerzan su derecho de acceder a una vivienda digna que les permita elevar la calidad de vida de sus familias y lo más importante tener un patrimonio para las próximas generaciones”, destacó Sedatu en un comunicado en el marco del quinto año de la Política de Vivienda.