La modificación a la Ley prohíbe que se alquile una propiedad mediante plataformas de renta breve por más del 50% de las noches del año
Recientemente, se publicó un estudio titulado ‘Estancia Turística Eventual y Plataformas Digitales de Hospedaje en la CDMX’, que tiene el objetivo de cuestionar los argumentos que relacionan a las plataformas de renta breve con la problemática de la gentrificación y el encarecimiento de la vivienda en la capital del país.
Dicho documento afirma que estas plataformas han transformado la oferta del sector turístico de la Ciudad de México de manera disruptiva, aportando ingresos importantes al PIB nacional.
Además, indica que la operación de plataformas como Airbnb ha sido regulada en varias ciudades del mundo, como recientemente en la CDMX, con efectos que más que ordenar han contribuido a la proliferación de un mercado negro de alquiler.
Sin embargo, la Coalición Internacional para el Hábitat- América Latina (HIC-AL) señaló que el estudio ofrece una narrativa errónea sobre la situación de la vivienda en la capital.
La organización aseguró que la nueva regulación de las plataformas de renta temporal, derivada de una reforma a la Ley de Turismo de la CDMX, no genera las afectaciones que denuncia el estudio.
Esta modificación establece que quién alquile una propiedad a través de una plataforma de renta breve no lo podrá hacer por más del 50% de las noches del año, ya que, de lo contrario, podría ser excluido del padrón de anfitriones. Esto considerando que las autoridades han evaluado las afectaciones de las rentas breves en el derecho a la vivienda y buscan incentivar el alquiler residencial.
“Aún así, este tope interesa sólo al 17% de los anfitriones, en su mayoría empresas especializadas. Esto está en línea con el hecho que, para junio del 2023, el 66% de los anfitriones se enlistan en la plataforma con dos, tres o más viviendas, mientras que el 34% restante se registran como oferentes únicos, lo que pone en entredicho el mito de que la plataforma impulsa la economía colaborativa beneficiando al pequeño propietario, sobre la cual el estudio se sustenta”, indicó HIC-AL.
Asimismo, el estudio sostiene que las plataformas de renta temporal han tenido un mínimo impacto en el mercado de vivienda capitalino. No obstante, HIC-AL señaló que, incluso desde antes de la pandemia, se han denunciado numerosos desalojos relacionados con las rentas breves.
De igual manera, mencionó que lo anterior no resulta sorpresivo, pues, según Inside Airbnb, las viviendas en renta tradicional que se han perdido para destinarse al alquiler de corto plazo han sido 336 sólo en la alcaldía Cuauhtémoc; además de que el precio promedio de una vivienda de ese tipo casi triplica las rentas tradicionales, de acuerdo con datos de Inmuebles24.
“No puede minimizarse el impacto de las plataformas señalando que hay otros problemas. El estudio plantea que las plataformas no son el único factor que impide el acceso a la vivienda. Seguramente la problemática es multifactorial y sus causas son profundas, pero es inadmisible negar la relevancia de una de ellas argumentando que existen otras”, expuso.
“La crisis de la vivienda es tan profunda que la legislación existente, primero que nada, debe ser implementada y evaluada por las autoridades en su aplicación real. Lo que debe privilegiarse es el derecho a la vivienda y a la ciudad de la población junto al diálogo con otras ciudades progresistas que han encontrado vías para controlar el fenómeno”, agregó HIC-AL.