En la vivienda social está la mayor área de oportunidad, señaló el Presidente del organismo
Para Gonzalo Méndez Dávalos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), en 2021 la demanda de vivienda no sólo no irá a la baja, sino que crecerá. En ese marco, señaló, el reto para el sector en su conjunto será edificar al menos 400,000 viviendas para atender la necesidad de casas nuevas en el país.
En entrevista con Centro Urbano, el representante de los desarrolladores a nivel nacional consideró que la mayor área de oportunidad que se vislumbra para el sector en su conjunto se encuentra en atender la vivienda social. Este segmento, destacó, es uno de los más afectados en una dinámica de producción que ha venido a la baja en los últimos cuatro años.
“Veníamos ya de cuatro años de estar cayendo (en producción) en esta industria. Veníamos de un 2019 que no fue el mejor de los años. Sin embargo, pensamos que las cosas podrían repuntar durante el 2020 (…)
“Yo te diría que en la vivienda social se encuentra una de las grandes oportunidades que tiene la industrial, que tiene el gobierno federal. Me parece que son las áreas de oportunidad que hay que atender porque no hemos llegado a ese segmento”, apuntó.
Vivienda de calidad
En términos generales, Méndez Dávalos señaló que 2020 fue un mejor año a lo esperado para la industria de la vivienda. Destacó que gracias a la actuación de organismo como Infonavit, Fovissste y la banca, la colocación de vivienda no se detuvo. Incluso, añadió, en algunas plazas, la venta de vivienda concluyó con aumentos para algunas empresas.
No obstante, señaló que uno de los retos presentes es el revertir la tendencia a la baja en la producción de vivienda. Sobre todo, ofrecer oportunidades para evitar el crecimiento de asentamientos irregulares que carecen de vivienda de calidad.
“Antes de la pandemia se edificaban 980,000 viviendas. De este total, 380,000 las construíamos en el mercado formal; el resto las hacían los mexicanos como iban pudiendo, no de una manera tan ordenada; una manera que muchas veces no es en los mejores sitios, no es de manera sostenible y que generan el desorden urbano que cuesta mucho al Estado.
“Ya nos dijo el Insus que este crecimiento desordenado le ha costado el 5.7% del PIB al país, que son alrededor de 985,000 millones de pesos. De acuerdo con la tendencia, este país seguirá en la dinámica de realizar 1 millón de acciones de edificación o mejora de viviendas. Yo te diría que para nosotros, el mercado formal, el reto para este 2021 es poder edificar 400,000 viviendas”, indicó.
Demanda al alza
Gonzalo Méndez destacó que existen las condiciones para que 2021 sea un buen año para la vivienda. Aseguró que si bien no hay un optimismo desbordado, sí existe la visión que el resultado para este año será mejor y compensará un poco lo sucedido en 2020.
En ese sentido, expuso que uno de los factores que impulsarán la actividad tiene que ver con un alza en la demanda de vivienda. Principalmente, dijo, se esperaría un crecimiento de la demanda hacia la vivienda media.
“La gente de nuestro país sigue pensando que este es un momento adecuado para adquirir una vivienda y más en esta gravísima contingencia económica y de salud pública.
“Me parece que vamos a tener una demanda que se va a incrementar, que va a ir en crecimiento sobre todo hacia la vivienda media y media-residencial de manera muy fuerte. Por supuesto que en la vivienda social hay una gran asignatura pendiente, pero si logramos los mecanismos adecuados para llegar a este segmento, la industria se podría fortalecer, además de impactar positivamente en ofrecer soluciones habitacionales a las familias de bajos salarios”, indicó.
Impulso crediticio
Sumado a lo anterior, dijo, las excelentes condiciones crediticias que se presentan en la actualidad complementan el escenario para que las familias puedan comprar vivienda. Esto, además de los nuevos productos crediticios que se lanzarían en 2021, principalmente desde el Infonavit.
Por otro lado, señaló, una de las oportunidades y retos que deberá atender el sector será concretar los esquemas financieros para atender a no afiliados y trabajadores de la economía mixta. Lograr este cometido, comentó, permitirá fortalecer a la industria y llegar a más familias que buscan vivienda.
“Desde el punto de vista del mercado hay muchas cosas que tenemos que incentivar. Uno de ellos, son los mecanismos para los no afiliados: ahí hay que ser muy innovadores (…)
“También tenemos una gran oportunidad con las 44 millones de cuentas no activas del Infonavit. Aquí, SHF y el Infonavit pueden atender al segmento de menores ingresos, con viviendas de hasta 750,000 pesos”, consideró.